En el cementerio, ubicado en Pedro León Gallo 4599, en San Justo, está enterrado el hijo del expresidente, fallecido hace 25 años en un presunto accidente de helicóptero
Los restos del expresidente Carlos Menem, quien falleció ayer a los 90 años, descansarán en el cementerio islámico de San Justo, donde se encuentra enterrado su hijo Carlitos Menem Jr.
Según lo previsto, en el cementerio una banda militar le rendirá los honores correspondientes a un ex jefe de Estado, y el cuerpo de Granaderos recibirá el féretro y lo trasladará hasta su morada final.
«A pesar de que profesaba la religión católica va a estar en el Cementerio Islámico con mi hermano (Carlitos)». informó ayer Zulemita.
En el cementerio, ubicado en Pedro León Gallo 4599, en San Justo, está enterrado el hijo del expresidente, fallecido hace 25 años en un presunto accidente de helicóptero.
Esa causa judicial continúa abierta y a la espera de que se incorporen nuevos elementos de prueba, en el marco del pedido realizado por Zulema Yoma, querellante en el expediente, que solicitó en 2017 la exhumación del cuerpo.
El 15 marzo de 1995, a las 11.44 de la mañana, el helicóptero Bell 206 Jet Ranger que piloteaba Junior -quien entonces tenía 26 años- y en el que viajaba el corredor de TC 2000 Silvio Oltra, chocó contra cables de alta tensión tendidos en las afueras de la localidad bonaerense de Ramallo, a la vera de la ruta nacional número 9.
El fallecimiento se produjo en medio de la campaña electoral en la que Menem buscaba su reelección para un segundo mandato, habilitado tras la reforma constitucional del año anterior, y causó una gran conmoción social.
El cuerpo sin vida del joven riojano aficionado a los autos de carrera, las motos y la velocidad, fueron velados en la Quinta de Olivos, y se le dio sepultura en el cementerio islámico de La Tablada.
Desde entonces, Zulema Yoma insistió con la teoría de que esa muerte fue producto de un atentado cuyo objetivo era golpear al entonces jefe de Estado, y representantes legales de la madre de Junior sugirieron que podría tratarse de un hecho que estaba en línea con los ataques a la embajada de Israel y la AMIA.
Sin embargo, ninguna de esas hipótesis se probaron en la causa, y los indicios que mencionaban la existencia de un atentado nunca se corroboraron.