Chile, el ejemplo latinoamericano para la vacunación contra el coronavirus

El país trasandino ya vacunó a un millón de personas y espera inmunizar a 15 millones más para julio

El objetivo que tiene el gobierno chileno es inmunizar a todos los mayores de 65 años antes del 19 de febrero, lo que daría lugar a que la población de riesgo (es decir, ancianos, enfermos crónicos, personal sanitario) se vacune en el primer trimestre. Sólo con los adultos mayores, Chile vacunó 1 millón de personas y las autoridades proyectan tener para julio a 15 millones de vacunados sobre 19 millones de habitantes. Cabe destacar que la campaña es gratuita y voluntaria.

Pudo revertir la imagen de ser unos de los países más criticado por su manejo de la pandemia y ahora es reconocido a nivel mundial. Sobre esta semana, había más de 1.1 millones de chilenos vacunados contra la Covid-19 y así es el país de Latinoamérica con más dosis aplicadas.

Chile administra 5,58 por cada 100 habitantes, según los últimos datos del registro Our World in Data, de la Universidad de Oxford. La cifra es muy superior a los 1,94 dosis en Brasil, 1,18 en Argentina y 0,56 en México. A la cabeza en el continente americano va Estados Unidos, con 13,39 dosis por cada 100 habitantes.

Que Chile tenga esos valores se pueden resumir en tres grandes puntos: tener los recursos necesarios para adquirir las vacunas; poseer una buena estrategia de distribución; y por último tener una capacidad institucional para implementarla.

En estos puntos se basó el gobierno de Piñera. Se movió rápido y firmó acuerdos con los desarrolladores de vacunas. Hasta ahora tiene más de 35 millones de dosis (10 m. de Pfizer-BioNTech, 10 m. de Sinovac y el resto entre AstraZeneca, Johnson&Johnson y la plataforma impulsada por la OMS llamada Covax). También comenzó gestiones para atraer a Sputnik V.

Además de ser el país de América del Sur que mejores cifras de vacunas tiene, también fue el primero que arrancó con la inmunización debido a que posee los recursos necesario. Chile es uno de los mayores PBI por habitante de la región, sin embargo la desigualdad es marcada y tiene una de las peores tasas de la región.

La ventaja que sacó Piñera fue no centrarse en una sola vacuna y apostar por las dosis orientales, una mirada contradictoria a otras grandes potencias que prefieren adquirir fabricaciones occidentales.

Para Alexis Kalergis, académico de la Universidad Católica de Chile y director del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia, la colaboración científico-clínica fue clave para lograr algunos de los acuerdos.

«Entre la Universidad Católica y Sinovac se estableció un acuerdo de colaboración académico-científico, que busca el desarrollo recíproco y en colaboración de vacunas contra el SARS-CoV-2, a través de estudios científicos y clínicos», le explicó Kalergis a al diario británico de la BBC.

«Este acuerdo dio lugar a algo muy importante que fue la posibilidad de acceder de forma prioritaria y preferente a un suministro de dosis para su uso en Chile, una vez aprobadas por las agencias regulatorias respectivas».

«Este derecho que consiguió la Universidad Católica fue transferido en un 100% al Estado de Chile por medio de un convenio entre la Universidad Católica y el Ministerio de Salud, que pone en disposición de este Ministerio esta opción. Lo que permitió que nuestro país pudiese asegurar un suministro temprano y prioritario de dosis para los próximos meses», concluyó.

La vacunación masiva en Chile tiene una base en su red de atención primaria y las anteriores campañas que dejaron una grata experiencia. Por eso la logística fue fácil de un país que concentra el grueso de su población en Santiago. Otro punto importante está en la utilización de recursos materiales y humanos, al máximo: se habilitaron estadios y centros educativos para vacunar y se llamó a todo el personal capacitado como odontólogos y obstetras.

Solo en la región Metropolitana hay ya 423.007 personas vacunadas, de las cuales 7.790 ya recibieron la primera dosis, según datos del Ministerio de Salud.

Por último, Chile fue tajante contra el «turismo de vacunación» y advirtieron que no van a atender a aquellas personas con visa de turista o ilegales. «No van a tener derecho a vacunarse en Chile los extranjeros que estén en el país con una visa de turista (…), ni quienes se encuentren de forma irregular», afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand.