El Senado llevó a cabo hoy la cuarta jornada de la audiencia pública sobre la legalización del aborto con exposiciones de médicos, abogados y funcionarios públicos del área de la salud y se agudizaron las confrontaciones entre legisladores e invitados, casi sin preguntas.
El plenario de las comisiones de Salud, de Justicia y de Asuntos Constitucionales invitó a 24 especialistas, entre quienes estuvieron el ex ministro de Salud de Jujuy Víctor Urbani y el coordinador del Programa de Salud Integral en la Adolescencia del Ministerio de Salud de la Nación, Juan Carlos Escobar.
También asistieron la ex diputada nacional María Luis Storani y la médica legista y bioeticista Verónica Vergara de la Fuente, miembro del Colegio Médico de La Rioja.
El primero en exponer durante la jornada fue Juan Carlos Escobar, quien luego de expresarse a favor del proyecto de legalización aseguró que hablaba «en nombre del Gobierno», al ser consultado por la senadora salteña María Cristina Fiore.
Escobar ratificó su respuesta cuando el presidente de la Comisión de Salud, Mario Fiad, de Cambiemos, volvió a preguntar y el formoseño José Mayans expresó: «No le creo. Usted no habla en nombre del Gobierno».
No fue el único cruce, dado que cuando el funcionario sostuvo que en el debate de este tema «se han expuesto argumentos que dan cuenta de la tensión entre la ciencia y las creencias, el respeto y la imposición», el correntino Pedro Braillard Poccard se mostró moleso y le dijo que, pese a estar en contra del proyecto, él «respeta la ciencia» y agregó: «Si tratara de imponer, mi hija de 13 años no usaría el pañuelo verde».
Víctor Urbani habló como ex ministro de Salud de Jujuy y aseguró que «durante 10 años el aborto fue el 28% de las causas de mortalidad materna a nivel nacional» según estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación hasta 2015, cifras que fueron cuestionadas por el senador Mayans con los números correspondientes a 2016.
«Si quieren poner en vigencia esta ley hay que reformar la Constitución. Usted está dando cifras que no son ciertas», le espetó el senador nacional justicialista por Formosa.
Urbani también indicó que «en nivel socioeconómico alto, el 86% de las mujeres se hace abortos con un médico y un anestesista pero en el socioeconómico bajo solo el 50%», al tiempo que afirmó que «el aborto es un grave problema de salud pública».
La ex diputada y actual legisladora del Parlasur María Luis Storani manifestó la «preocupación» de sus pares en ese órgano regional «por la injerencia de la Iglesia en la decisión de los políticos en cuestiones seculares» y, además, calificó como «arcaico» un proyecto del senador porteño Federico Pinedo sobre «adopción prenatal».
En este caso, el cruce se dio con la senadora Fiore, quien le señaló que expresarse de esa manera sobre la iniciativa de Pinedo era algo «irrespetuoso», lo que motivó el enojo de Storani: «Soy una mujer política y estoy planteando una postura política. No le permito que me diga que es irrespetuoso».
Por su parte, la médica legista y bioeticista Verónica Vergara de la Fuente, miembro del Colegio Médico de La Rioja, que se expresó en contra del proyecto, afirmó que «desde el momento de la concepción» el embrión «ya tiene definido todo, su personalidad y el color de pelo que va a tener».
Luego de su exposición, la senadora santafesina María de los Ángeles Sacnun le hizo varias preguntas respecto de presuntos «obstáculos» a un aborto legal para una joven víctima de violación en La Rioja, donde trabaja la especialista, quien negó la acusación.
La polémica con Sacnun avanzó cuando la senadora recordó el caso de Facundo Segovia Barcena, un anestesiólogo que había amenazado tiempo atrás con hacer abortos «sin anestesia» y que el hospital de la ciudad de La Rioja había informado que había sido despedido, pero ante la insistencia de la senadora sobre el tema Vergara reconoció que «sigue trabajando».
«La doctora pasó por alto el caso de una chica de 12 años violada por el padre», criticó a su turno el porteño Fernando «Pino» Solanas luego de un encendido discurso a favor de la legalización.
De esta manera, se incrementaron durante la jornada los cruces directos con los expositores, a los que cada senador -de acuerdo a su postura- intenta desacreditar con sus preguntas o bien directamente con cuestionamientos.