El referente de la izquierda en Rosario habló con CLG y criticó duramente el plan del gobierno nacional: "El discurso del gobierno está lejos de, como dicen, priorizar a los que menos tienen"
A casi un año de la llegada de la pandemia a Argentina, y algo más de 13 meses del gobierno de Alberto Fernández, varios sectores fueron fuertemente golpeados por la realidad que atravesó al mundo y de la cual el país no está exento. Además de la problemática por el coronavirus, la Casa Rosada enfrenta una dura negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la bajada de línea por parte de la organización monetaria es marcada: reducir el déficit en las cuentas del Estado. Está claro que el Ministerio de Economía prepara una propuesta donde, en partes, se lleve a cabo el propósito del FMI.
Las charlas llegan dentro de una situación nacional donde las protestas de los trabajadores se multiplican, evidenciando que la paciencia del pueblo trabajador está siendo exprimida. Los conflictos nacionales en los trenes o la aeronáutica, la gran lucha de los aceiteros, las protestas de los empleados de Guerrero en San Lorenzo o los precarizados en Hey Latam de Rosario, son algunos de los hechos que demuestran este hartazgo. «Hay una situación muy precaria y jodida para los trabajadores», planteó el dirigente santafesino del Frente de Izquierda (FIT)-Unidad Nacional, Octavio Crivaro, en diálogo con CLG.
Para Crivaro la pandemia «no afectó por igual» a los sectores sociales, ya que «los grandes empresarios a nivel mundial, y también con el gobierno de Alberto y de Cristina, hicieron ganancias extraordinarias», mientras que en la esfera más popular «creció el desempleo«. El dirigente advirtió que sólo en Argentina «se perdieron más de 2 millones de puestos de trabajo«.
En este sentido, volvió a marcar la «situación muy precaria» que atraviesan los más vulnerables y apuntó: «El salario mínimo en Argentina está por debajo de la línea de indigencia, es decir que lejos del discurso del gobierno donde dicen que priorizaron a los que menos tienen. Los bancos ganaron, las cerealeras ganaron, los bancos ganaron y hay subsidios de todo tipo como a Clarín (En 2020, el multimedios recibió $625 millones en pauta oficial)«.
Rápidamente, continuó: «Sin embargo, los sectores populares vieron su situación empeorar y eso se expresa en grandes conflictos con los trabajadores como el paro de aceiteros, las peleas de los trabajadores de la salud, de los aeronáuticos, o en Rosario con los trabajadores del Call Center Hey Latam«.
La PyMes fueron otro de los sector golpeado por el coronavirus y la cuarentena. El militante del FIT también reconoció esta problemática y exigió que «las empresas familiares deber tener los créditos que se llevan los grandes monstruos internacionales como se puede ver en el ejemplo de la pauta oficial».
«De todas formas, aunque tengan una situación jodida siempre pagan los trabajadores con despidos, suspensiones o rebajas de sueldos que muchas veces apelan todos los empresarios», resolvió ante CLG.
Crivaro advirtió que este malestar comenzó con los trabajadores que tomaron tierras en Guernica, Rafael Castillo o en el terreno rosarino de Magaldi, a finales del 2020, y en continuación en este 2021, se sumaron otros sectores de trabajadores como los mencionados y criticó el accionar de los referentes sindicales «al estar en complicidad con las grande patronales y en subordinación política con el gobierno».
Por otra parte, también se refirió a los jubilados y, como decidió llamarlo, «el gran acuerdo estatal de todos los partidos» porque «Cristina (Fernández) vetó el 82%, el gobierno de Macri junto con el Justicialismo votando la reforma previsional, Alberto (Fernández) hizo campaña demagógica y aplicó una formula que empeora la horrenda fórmula macrista justo en el momento que podía genera algún beneficio». Los gobiernos, aseguró Crivaro, sostienen que los adultos mayores son «descartables» y en este contexto de pandemia tendrían que haber sido uno de los sectores más considerados, pero «hoy las jubilaciones están por debajo de la línea del hambre, es una vergüenza».
Frente a esta situación, no dejó de comparar a los últimos dos gobiernos y se sinceró: «Macri por lo menos tenía en claro que era un gobierno ajustador y lo decía». «El gobierno actual usa eufemismo para cada cosa y aunque su política se vista de seda, un ajuste queda», remarcó el dirigente de izquierda y comenzó a enumerar: «Porque se hacen los que están a favor del medio ambiente y defienden el extractivismo como se ve en Chubut; con los jubilados dicen que van a hacer una fórmula mejor, pero recortan; cortaron el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) del presupuesto que está articulado para pagar deuda externa y en un momento donde la situación social era muy complicada; las paritarias estatales y docentes fueron muy malas. Hay un ajuste en curso y va a haberlo porque aún está pendiente la negociación con el Fondo Monetario y el gobierno no lo dice así«.
Sobre el cierre volvió a insistir sobre el hartazgo de los trabajadores con acciones como la de los choferes de la UTA a nivel nacional. «Hay una voluntad muy superior de los trabajadores a pelear y defender lo suyo, que la de los dirigentes sindicales que tienen que romper con la política», sentenció.