En diálogo con CLG, el titular del Sindicato de Luz y Fuerza local advirtió que "la política de control de precios ha sido insuficiente" y expresó que "es necesaria una paritaria justa"
El presente económico y laboral del país es más que delicado. Luego de un 2020 marcado por la pandemia, los índices económicos aún no se han terminado de recuperar y las consecuencias en el bolsillo del ciudadano común se siguen notando. En ese sentido, CLG dialogó con Alberto Botto, secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza Rosario, quien analizó el marco social que atraviesa la Argentina y opinó sobre la situación actual de los trabajadores.
«La situación es complicada, por no decir realmente grave», aseveró en primer lugar. «Este año que pasó se agravó mucho la situación económica de trabajadoras y trabajadores, se perdieron muchos puestos y las paritarias fueron insuficientes. Lo mismo pasa con el sector pasivo, se fue perdiendo mucho poder adquisitivo con una escalada de precios realmente muy importante. Todo esto sumado hizo que el poder de compra de todas las familias se vea notablemente disminuido», agregó, consternado.
El titular del gremio local aseguró que ve «con mucha preocupación lo que está pasando», y expresó: «Creemos que el 2021 tiene que apuntar a recomponer todo el tejido social, que haya paritarias que empiecen a recomponer el salario, que se vuelva a poner en marcha esa máquina virtuosa del consumo y la producción interna, que de alguna manera se empiecen a aliviar las economías familiares y que de esta manera se empiecen a recuperar esas fuentes de trabajo que se perdieron».
Por otro lado, Botto destacó los esfuerzos de los distintos niveles del Estado para manejar la pandemia del coronavirus: «Desde el punto de vista de la salud, todo lo que han hecho los gobiernos ha sido realmente muy bueno. Dentro de las posibilidades, creo que se ha logrado disminuir los efectos de la pandemia. Vimos que los países del primer mundo donde reina el neoliberalismo se ha priorizado la economía por encima de la vida y esto ha generado efectos que hoy los podemos ver».
Sin embargo, mostró preocupación por la pata económica: «Por otro lado, vemos una política con respecto a los controles de los precios y de la concertación con los sectores económicos que ha sido insuficiente. La escalada que ha habido en estos últimos tiempos totalmente injustificada ha hecho mucha mella en las economías, a tal punto que las clases populares son las que más están soportando el peso de la pandemia. No todos perdimos en la pandemia, hubo sectores que incluso han tenido una renta importantísima en dólares y que no están mostrando generosidad en este momento».
«El 2020 fue un año difícil, uno entiende que nadie elige gobernar en pandemia, veníamos de un país difícil y el coronavirus agravó todo. Los trabajadores soportamos toda esta situación crítica y se llevaron adelante paritarias como se pudo, arrojando resultados que son insatisfactorios. Somos conscientes de que la economía sigue atravesando un momento difícil, pero tenemos la esperanza de que en este año las autoridades entiendan que va a ser mucho más difícil si los trabajadores y los jubilados no tienen plata en el bolsillo. Es necesaria una paritaria justa, que recomponga todas las economías familiares porque esa va a ser la forma de empezar a mover la economía, sino la crisis se va a seguir profundizando», ahondó.
Por otro lado, el titular de Luz y Fuerza Rosario opinó sobre el aporte solidario, que entró en vigencia el pasado viernes: «El impuesto a las grandes fortunas es una medida acertada. Sin embargo, a raíz de la demora en su aplicación, los formadores de precios han hecho que, con los aumentos indiscriminados, parte de ese aporte lo terminen haciendo las clases populares, porque han transferido costos muy altos. Vemos como aumenta el combustible, como aumentan los alimentos, como aumentan los servicios».
«Todo eso pega en las economías populares, y en muchos casos son aumentos totalmente injustificados. Creemos que esto ha tendido a que el sector concentrado de la economía, el que nunca pierde, le haya transferido nuevamente a las clases populares parte de ese impuesto», añadió.
Por último, cuestionó el impuesto a las Ganancias: «Es necesario que el Estado busque otras fuentes de financiamiento y que no siempre seamos los trabajadores. Lo que se está tributando realmente es confiscatorio, tiene muy poca razón de ser. Hay que preguntarse en primer lugar qué es ganancias, uno no está en desacuerdo con tributar por los altos ingresos, pero hay que establecer desde dónde se deben considerar altos ingresos en Argentina en una economía donde el costo de vida aumenta de forma incesante».