Allegados a Matías Morla, ex abogado de Maradona, se comunicaron con los organismos del fútbol de nuestro país para dejarles en claro que antes de seguir utilizando el nombre “Diego Maradona” debían llegar a un acuerdo con los herederos de 'la marca'
En medio de los conflictos por la sucesión de sus bienes y su herencia se le suma un nuevo ítem que amenaza con suspender, al menos durante un tiempo considerable, el tributo que le hicieron desde la Liga Profesional y desde la AFA: denominar «Copa Diego Armando Maradona» a cada uno de los certámenes de la temporada oficial de la elite del fútbol argentino.
Allegados a Matías Morla, ex abogado de Maradona durante sus últimos años de vida, se comunicaron con los organismos más importantes del fútbol de nuestro país para dejarles en claro que antes de seguir utilizando el nombre “Diego Maradona” como marca de reconocimiento de uno los campeonatos de Primera División debían llegar a un acuerdo con los herederos de ‘la marca’.
La intención tanto de la AFA como de la Liga Profesional era mantener el nombre de «Diego Maradona» para todos los trofeos de Primera División como un tributo al máximo ídolo futbolístico que dio nuestras tierras.
No obstante, ante el litigio reinante y la judicialización de la sucesión del ’10’, tanto AFA como la Liga Profesional optaron por evitar meterse en este conflicto y además no someterse a futuros problemas legales en este sentido. Por lo tanto, este torneo no estará bajo la denominación del astro argentino, aunque la intención de los máximos dirigentes del fútbol argentino es retomar este tributo eterno cuando todas estas cuestiones legales tengan una definición en la Justicia, según informa el diario digital Doble Amarilla.
Morla puso hilo a una de sus primeras puntadas para consolidar su poder real dentro del Clan Maradona a través de la escritura 138 del 11 de junio de 2015 junto al esposo de su hermana, Christian Maximiliano Pomargo. Así constituyeron SATTVICA S.A.
Según consta en el documento de su constitución, es una sociedad cuyo objetivo es “adquirir, poseer, solicitar, obtener, comprar, ceder, transferir, licenciar, franquiciar, otorgar licencias de uso, registrar y adquirir marcas, disponer de marcas, avisos o nombres comerciales, derechos de autor, patentes de invención y patentes, procesos y modelos industriales, modelos de utilidad, know-how, nombres de dominio en internet y demás activos intangibles relacionados con la propiedad intelectual e industrial, así como licencias sobre ellos”.
Con un capital de apenas $100.000 y con su sede social establecida en el piso 22 del edificio ubicado en Rosario Vera Peñaloza al 500 de Puerto Madero, la empresa –cuyo nombre remite directamente a un concepto del hinduismo que representa la pureza- designó como presidente al propio Morla, como vice al citado Pomargo, e inscribió como única empleada a Andrea Verónica Trimarchi.
El dato podría ser anecdótico y hasta pasar inadvertido. De no ser porque a nombre de esta empresa, se inscribieron las propiedades de, al menos, siete marcas que guardan un inexorable vínculo con el nombre del mejor jugador de todos los tiempos, con sus respectivos nombres de producto, denominados para la ley marcaria nacional como “clases”.
A saber:
– DIEGO ARMANDO MARADONA (30 clases)
– MARADONA (29 clases)
– EL 10 (20 clases)
– LA MANO DE DIOS (20 clases)
– DIEGOL (19 clases)
– DIEGO MARADONA (19 clases)
– EL DIEGO (19 clases)
Pasando en limpio: nadie que no sea SATTVICA puede explotar la comercialización de ninguno de los productos que tengan estos nombres. Eventualmente, lo recaudado por la venta de cualquiera de estos 156 artículos que pudieran tener esta denominación –desde ropa y calzado deportivo, hasta golosinas, pasando por útiles infantiles, figuritas y todo lo que la imaginación pueda bautizar con estos nombres- es propiedad en un 100% de titularidad de SATTVICA. Y, por ende, sus ganancias le pertenecen. Un negocio redondo que tendrá un gran foco de conflicto al propiciar un enfrentamiento con la AFA y la Liga Profesional, que buscaron rendirle tributo a Diego sin pretender sacar rédito económico alguno.