El caso de Israel y los territorios palestinos ilustra a la perfección la desigualdad mundial en el acceso a las vacunas
El gobierno israelí de Benjamin Netanyahu entregará la próxima semana 5 mil dosis de la vacuna contra el coronavirus que desarrolló el laboratorio Pfizer a la Autoridad Nacional Palestina para inocular a 2.500 trabajadores de la Salud (esta dosis fabricada en Estados Unidos necesita dos aplicaciones). Esta decisión se dio luego de una gran presión internacional para que Israel asista a Palestina.
Los reclamos de la ONU, varias ONG y países vecinos de Medio Oriente como Jordania lograron quebrar la resistencia de Israel que ya vacunó a más del 30% de su población en dos meses.
El enviado por la ONU a Medio Oriente, Tor Wennesland le exigió al gobierno de Netanyahu que contribuyera «en línea con sus obligaciones bajo la ley internacional».
Las cifras de vacunados en Israel llevan a pensar que será el primer país en lograr la inmunidad colectiva. Palestina mientras sigue negociando y advierte que se llegará a un acuerdo inminente con Rusia por la Sputnik V.
También recibirá, en su momento, vacunas gratuitas del mecanismo COVAX de la Organización Mundial de la Salud (OMS).