El agua ayuda a los bomberos en la contención del fuego que ya arrasó más de 10 mil hectáreas y la "pérdida ambiental ya es la más grande de la historia".
Una persistente lluvia trajo este miércoles 27 de enero algo de alivio al situación incendio forestal en El Bolsón que en cuatro días arrasó con más de 10 mil hectáreas de bosque nativo, pero la «pérdida ambiental y ecológica ya es la más grande de la historia» en la localidad rionegrina. La situación mejoró durante la jornada de este miércoles por una sensible baja de la temperatura, cielo cubierto y una lluvia suave pero reiterada durante buena parte de la jornada.
El intendente de El Bolsón, Bruno Pogliano, advirtió esta tarde que el daño ambiental sufrido a causa del siniestro es «irreparable», ya que entre la vegetación nativa arrasada por las llamas se cuentan lengas de 300 años de antigüedad y cipreses de más de 100. El foco ígneo, que se inició el domingo último, arrasó rápidamente con grandes porciones de bosque patagónico, impulsado por fuertes ráfagas de viento y alimentado por el material combustible que hay en el lugar por la sequía de la temporada de verano.
Más de un centenar de brigadistas permanecía hoy en la línea de combate al fuego con el objetivo de contener las llamas, que en algún momento amenazó con cruzar la Ruta Nacional 40, algo que en cierto punto podría ser una catástrofe ya que del otro lado de la carretera hay casas y una planta de gas.
La principal hipótesis que se maneja sobre el inicio del siniestro apunta a un asado, cuyas brasas habrían sido esparcidas por el fuerte viento en una zona conocida como Los Repollos, en el área de Cuesta del Ternero, a unos 15 kilómetros de la parte urbana de El Bolsón.