El infectólogo, parte del comité nacional de expertos, Pedro Cahn habló sobre el regreso a las escuelas, el trabajo del gobierno y la vacuna Sputnik
La vuelta a clases presenciales generó un debate en la sociedad entre quienes apoyan la medida y los que son un poco más resistentes a la inmediatez con la que se pueda implementar esto. Políticos del oficialismo, también de la oposición, así como padres, alumnos y especialistas en salud hablaron del tema y entre ellos quién alzó su voz fue el infectólogo Pedro Cahn, quien forma parte del comité de asesores de Alberto Fernández relacionados a la pandemia. “Decir ‘abran las escuelas’ es una expresión que sirve para hacer marketing político”, manifestó.
“Estoy totalmente de acuerdo con que hay que retomar la actividad presencial en las escuelas, pero veamos cómo lo hacemos. Es irresponsable decir una fecha calmar a los padres”, manifestó Cahn en diálogo con FM MIllenium y rápidamente expuso todos los ítems que analiza el gobierno: “No es cierto que los chicos no son trasmisores del virus. Los chicos se contagian y contagian. La escuela no tiene por qué ser un foco de contagio, pero depende cómo se maneje. Vos abrís las escuelas, que me parece perfecto, pero ¿cómo viaja la gente? Si nos vamos a manejar con burbuja, ¿qué hacemos con los maestros que tienen 3 escuelas? Hay muchas cosas para resolver. Además, hay que vacunar a los docentes y garantizar que eso ocurra”.
Para Cahn “lo de las escuelas se discutió tarde”, pero para que se de la vuelta a la presencialidad hay responsabilidad de cada ministro de Salud y Educación y que debido a la situación epidemiológica de cada provincia va a haber distintas modalidades: «Algunos van a abrir, otros lo harán ’50 y 50′ o por turnos». Además, criticó a quienes afirman que Argentina estuvo un año sin clases.
Respecto al trabajo del comité «ad honorem» de expertos aseguró que «fueron criticados», pero que «saben quién forman parte» del mismo. De todas formas, aclaró: “Yo no apoyé todas y cada una de las decisiones que se tomaron. No estoy satisfecho con los resultados, aunque pudimos evitar una mortalidad adicional a la mortalidad muy alta que ya tenemos. Las cosas no se hicieron mal, seguramente con el diario del lunes se podrían haber hecho mejor. Por ejemplo, el cierre del aeropuerto se tendría que haber hecho más ejecutivamente, con más controles al ingreso de la gente de afuera, pero establecer una cuarentena temprana que le dio tiempo al ministerio de Salud para armar la estructura”.
A la hora de referirse a la vacunación explicó: “De cumplirse todos los compromisos que ya están firmados, Argentina tendría que disponer en los próximos meses de 51 millones de dosis de vacunas, lo cual significa un poco más de 25 millones de personas vacunadas. No es un panorama tan negativo”.
Y fue tajante en cuanto a la vacuna de origen ruso Sputnik V: «En general a las vacunas no se las llama por su pasaporte, a la de Pfizer no se le dice ‘la norteamericana’. Mi hija Florencia que es médica ya se vacunó y yo estoy esperando que lleguen las vacunas para aplicármela. Me aplicaría la Sputnik, AstraZeneca, Moderna o la que esté disponible porque todas tienen aprobación de ANMAT».
“Sólo puede plantear dudas sobre la vacuna alguien que no conozca lo que es ANMAT. Tiene alto prestigio internacional y no depende de los vaivenes políticos. Puede cambiar el director o el subdirector con un cambio de gobierno, pero lo que llamamos la línea de trabajo es gente de hace años. No hay ningún oscurantismo sobre el proceso de la vacuna Sputnik, todos los informes técnicos de Fase 2 están publicados. Es un error cuando se dice que la Sputnik no tiene completada la FASE 3, porque ninguna vacuna en el mundo la tiene completada, la FASE 3 se completa después de un año de observación por lo menos”, cerró.