Por Enrique Genovar
Un papelón. Eso fue lo que hizo Central en San Nicolás. Quedó eliminado ante un rival de dos categorías menores. Boca Unidos terminó de desnudar todas las falencias que venía mostrando el equipo del Kily y que varias veces estuvieron camufladas por la efectividad que tuvo el equipo durante el campeonato. El Canalla no estuvo a la altura de un partido eliminatorio y se despidió de manera temprana de una competencia que hasta ayer le sentaba muy bien.
Ya la formación que eligió el entrenador llamó la atención. Es que eligió a los mismos que estuvieron en San Juan, donde hubo varios que no dieron la talla. Y en el fútbol si se reiteran los errores se paga y caro. No hay dudas que el técnico se equivocó y el desempeño de Central fue vergonzoso.
Pero más allá de la equivocación del Kily en armar el equipo la mayoría de los jugadores no dieron el piné para jugar un partido de 32avos de final de Copa Argentina ante un equipo que hacía casi un mes que no jugaba un partido oficial.
Lo hecho en San Nicolás debe servir como despertador. Los encargados del fútbol auriazul, en todos los estamentos, deben ponerse los pantalones largos y tomar decisiones. Deberán ingeniársela como reforzar el plantel con poca billetera y no errar. Si es necesario deberán rescindir algunos contratos. Es que lo que hizo Central ante los correntinos fue una deshonra a la historia del club y eso no debe ser pasado por alto.
Un arquero, uno o dos zagueros centrales, uno o dos volantes y un centrodelantero es lo mínimo que deben incorporar en este mercado de pases. Prescindir de algunos jugadores suena también lógico. El Kily deberá aprender rápidamente de los yerros que cometió en varios de los partidos de esta temporada. Además, tendrá que acomodar el vestuario ya que desde hace días los rumores que surgen no le hace bien a la salud deportiva que tiene que tener un plantel.