Internet, la crisis económica y el coronavirus pusieron en jaque a los canillitas. CLG recorrió diferentes kioscos para conocer su trabajo durante 2020
La situación de los kioscos de diarios y revistas es preocupante. A la aparición de la tecnología, se le sumó la crisis económica y la falta de demanda por la pandemia de coronavirus. La caída en las ventas se refleja en la cantidad de revistas que en el último año dejaron de existir. Sin embargo, los canillitas intentan reinventarse para poder seguir subsistiendo.
En ese contexto, CLG recorrió diferentes kioscos y revistas para conocer su trabajo durante 2020.
“Al principio de la pandemia se complicó un poco porque no se sabía muy bien sobre el virus, se decía que estaba en el papel y un montón de superficies. Entonces, mucha gente dejó de comprar el diario por ese temor”, comentó el primer consultado.
El canillita también recalcó que la situación económica empeoró el contexto porque “la gente empieza a cortar por lo menos indispensable”. “También es generacional, hay gente que sigue comprando comúnmente pero los más jóvenes es más complicado porque nacieron en épocas de la tecnología”, añadió.
“La mayoría estamos, subsistimos, vivimos pero esto es un cambio constante, es reciclarse todo el tiempo porque sino el rubro en algún momento va a morir”, determinó.
Por otra parte, Guillermo indicó que “prácticamente no se trabajó”. “Comparado a lo que era años anteriores, hay mucha gente que dejó de leer el diario, revistas, más allá de la pandemia, está la parte económica. A lo mejor le gusta una revista, pero no tiene suficiente dinero para comprarla”, destacó.
El hombre aseguró que está vendiendo la mitad que años anteriores. “Antes venía una persona y se llevaba tres diarios, ahora pregunta los precios para llevar uno”, detalló.
Para Miguel, la venta de diarios en el 2020 “fue desastrosa”. “Venía mal del gobierno anterior y la pandemia terminó de agudizar los problemas”, dijo
“Al principio de la pandemia se dijo que el diario podía traer contagios, después no se aclaró y quedó. El público consumidor de diario es el público mayor, en un 90%, y empezó a tener miedo y no compró más el diario”, añadió.
Sin embargo, se mostró optimista sobre el futuro de los canillitas. “Los kioscos de diario van a seguir existiendo porque el papel es muy difícil de sustituir. Nosotros no solo nos reinventamos sino que las mismas empresas han buscado otras alternativas. Hoy tenemos una juguetería”, aseveró.
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