Un fotógrafo y guía turístico compartió un video grabado en el lago Baikal, el depósito natural que contiene, aproximadamente, el 20% del agua dulce de toda la Tierra
Un fotógrafo y guía turístico ruso compartió unas imágenes que llamaron la atención de miles de usuarios en las redes sociales: filmó las burbujas de gas metano congeladas en el lago más profundo del mundo.
Stanislav Tolstev grabó el impactante video en el lago Baikal, ubicado en la región de Siberia en Rusia. El gran depósito natural tiene 1642 metros de profundidad y contiene, aproximadamente, el 20% del agua dulce de toda la Tierra. También contiene una inmensa cantidad de gas metano, un hidrocarburo incoloro, inodoro e insoluble.
Los procesos de descomposición de materia orgánica de las plantas y de los animales en el fondo del lago producen el metano. Este gas de efecto invernadero, se eleva y congela en la superficie formando las capas de burbujas que se ven a través del hielo transparente.
«¿Por qué las burbujas están en esas capas? Porque el hielo se congela de forma gradual, sobre todo por la noche, cuando las temperaturas son bajas. Una burbuja se eleva y se congela por la noche. Después, ocurre lo mismo con otra. Y así sucesivamente. Estas capas de burbujas pueden tener hasta 1,5 metros de profundidad», explicó Tolstev en una publicación en su cuenta de Instagram el 16 de noviembre pasado.
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Según informó The Siberian Times, el fotógrafo indicó que los animales además producen otras burbujas diminutas. “Hay muchas focas en este lugar. Ellas exhalan aire que después se congela en el hielo. La formación de hielo en el lago Baikal es un espectáculo fascinante” manifestó Tolstev.
Hace dos años, la NASA indicó en un comunicado que si el metano del lago Baikal se liberara “podría potencialmente aumentar la cantidad de radiación infrarroja absorbida por la atmósfera de la Tierra, y así aumentar la temperatura media de todo el planeta”.
Luego, precisó: “Afortunadamente, la cantidad de metano que está saliendo actualmente no reviste importancia climatológica. Sin embargo, no está claro qué sucedería si las temperaturas aumentaran significativamente en la región, o si el nivel del agua del lago Baikal bajara”.