Así lo indicó la jefa de Terapias Intensivas del Hospital de Clínicas, Célica Irrazábal, que además dejó sus sensaciones de la pandemia
Célica Irrazábal, la primera mujer en acceder a la jefatura de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital de Clínicas, aseguró que en ese centro de salud «no tuvieron falta de recursos y contaron con buen equipamiento» para hacer frente a la pandemia de coronavirus y señaló que desde el punto de vista humano «todos pusieron el hombro».
«No hemos tenido dificultades humanas en el trabajo y desde el punto de vista técnico uno está analizando permanentemente las cosas para mejorar y siempre tratamos de corregir errores», apuntó la médica en dialogo con Télam.
«Nosotros -relató- en el momento más álgido, entre julio y fines de octubre, tuvimos un hospital funcionando con 70 camas con pacientes críticos, distribuidas entre terapia intensiva de adultos e infantiles, además de la guardia y unidad coronaria».
«En ese momento el hospital tenía un convenio de trabajo con la Ciudad de Buenos Aires y parte de estas camas eran destinadas a los pacientes que traía la ciudad. En ese periodo estuvo prácticamente lleno y en terapia hemos visto cerca de 200 paciente», explicó.
Añadió que pasado ese periodo, durante noviembre y diciembre, «pudimos bajar el número camas críticas a la mitad y dejamos diez camas para los pacientes críticos».
No obstante explicó que a partir de fines de diciembre y lo que va de enero «esas diez camas están permanentemente completas pero sin llegar a los niveles e intensidad del año pasado».
Al ser consultada sobre las instancias por la que atraviesan los infectados críticos, Irrazábal señaló que el momento más difícil «no es el ingreso del paciente, sino que el problema es sacarlo porque tienen largos perÍodos de internación y quedan con mucha debilidad y mucha dificultad respiratoria, son pacientes que no están en condiciones de volver a sus casas inmediatamente».
Dijo que las características de estos pacientes «es que son personas con factores de riesgo, con problemas cardiovasculares, respiratorios, obesidad, diabetes y eso no ha cambiado cuando salen de terapia».
En otro orden de cosas, aseguró que el Hospital de Clínicas, «ha podido dar una muy buena respuesta a toda la población, a la que se acerco por sus medios y los que fueron traídos. No hemos tenido falta de recursos, nos equiparon bien y desde punto de vista humano todos pusieron el hombro», enfatizó.
Relató que en los comienzos de la pandemia, «los aplausos nos emocionaban, después durante el año terminaron los aplausos y uno se fue habituando y la relación con la población que siguió siendo la de siempre».
En relación a la actitud de la población frente a la pandemia, señaló que «nadie se enferma a propósito, pero los argentinos tenemos una idiosincrasia que es así, transgresora frente a las recomendaciones».
«Toman conciencia una vez que las cosas pasaron y quedan con culpa por haber contagiado a los demás», dijo y aseguró que «esto pasa en todo el mundo porque la gente siempre se revela frente a las prohibiciones o recomendaciones».
«La gente está lo suficientemente informada, se hacen campañas y tanto los gobiernos como los medios han hecho campañas preventivas», indicó.