Una joven de 28 años perdió el útero, ovario y trompa al suministrársele misoprostol en un hospital de la ciudad de Santa Fe en el marco de una intervención médica para provocarle un aborto legal, denunció la organización Unidad Provida.
El caso sucedió el pasado 7 de julio en el Hospital Iturraspe, cuando la mujer fue ingresada para una «interrupción del embarazo» aduciendo una causal de «salud», informó la agrupación que rechaza el proyecto de legalización del aborto. «Le suministraron misoprostol para acabar con su bebé de 18 semanas, sin atender que esa droga está contraindicada para mujeres con cesáreas. El caso entrará a la Justicia por mala praxis y por fraguar los motivos de la práctica», afirmó Unidad Provida a través de un comunicado.
De acuerdo a la organización, los profesionales del Hospital Iturraspe «son todos objetores de conciencia», situación que habría llevado al subdirector del nosocomio, Adrián Berdini, a requerir los servicios de una ginecóloga del Hospital Eva Perón, de Granadero Baigorria.
«Según consta en los documentos del hospital, la ginecóloga le administró el sábado 7 de julio tres dosis de misoprostol a la paciente, sin atender la constancia en la historia clínica de dos cesáreas anteriores y que, por lo tanto, esta droga le estaba contraindicada. Dado que el bebé se encontraba atravesado en el vientre, la inducción al aborto por misoprostol provocó un sangrado y contracciones en la zona abdominal que desembocaron, junto con los movimientos desesperados del feto y las maniobras médicas, la doble perforación del útero de la mujer», indicó Unidad Provida.
Y concluyó: «Ante la complicación, y la presunta impericia médica, requirieron la derivación al Hospital Cullen, donde se diagnosticó la lesión de útero y se procedió a terminar con la vida de su hijo y remover, con una histerectomía, el útero, una trompa y un ovario. Hasta este jueves, la joven se encontraba en grave estado de salud».