CLG dialogó con Daniel Grecco, gerente de Cines del Centro, quien explicó que esperará para reabrir: "Poner más plata encima de lo que ya se puso es muy difícil"
Los cines de todo el país, excepto los de la provincia de Córdoba, llevan cerca de diez meses sin poder abrir sus puertas. En las últimas horas llegó una noticia que para muchos fue alentadora: se aprobó el protocolo sanitario para la reapertura de salas y complejos de todo el país. Sin embargo, en los cines céntricos de la ciudad de Rosario aún existe mucha incertidumbre y son escépticos frente a la posibilidad de reapertura.
Así lo expresó Daniel Grecco, gerente de Cines del Centro, quien explicó en diálogo con CLG que el factor económico jugará un papel muy importante en los pequeños y medianos cines al momento de tomar la decisión de reabrir.
«Expectativas no tenemos ninguna porque todavía oficialmente no vino una comunicación de poder reabrir», comenzó Grecco, tajante. Y agregó: «Lo único que sí hubo fue una inspección de parte de la Municipalidad hace más de 30 días con algunas exigencias para aplicar un protocolo, cosa que va a ser bastante difícil por la parte económica».
El gerente del complejo ubicado en el Paseo del Siglo hizo mención a la situación económica que atraviesa: «Hay que tener en cuenta que en el caso de los Cines del Centro se paga alquiler, lo mismo le puede pasar al Monumental. De la provincia y la Municipalidad nunca hubo una rebaja en los impuestos, los dueños vienen bancando y bancando. Poner más dinero en un contexto de incertidumbre, donde no sabés si la curva vuelve a subir y hay otro parate, es medio imposible. Además, está la carencia de títulos de películas».
Grecco explicó que la principal preocupación es si va a haber concurrencia una vez reabiertos los cines: «Trabajar al 50% de la sala no sería problema, el tema es que venga gente al cine. Si tenemos en cuenta que de una sala de 120 butacas quedarían 50 disponibles y vos hablás de que en cada función ponés sólo 20 personas, a la distribuidora mucho no le simpatiza. Empiezan a restringirte el material».
«Hay un ejemplo que estamos tomando que es el de la película de la Mujer Maravilla. La iban a proyectar en más o menos 300 pantallas, y ahora quedaron sólo 20. La distribuidora decidió no exhibirla. Es un problema bastante complicado y no sabemos cómo vamos a seguir», añadió.
Por último, el titular de Cines del Centro contó cómo va a proceder una vez que se apruebe la reapertura: «La decisión acá es esperar a ver qué pasa con las multinacionales, ver si abren, y de ahí en adelante ver cómo reacciona el mercado y la posibilidad de reabrir. En este momento poner más plata encima de lo que ya se puso va a ser muy difícil».
¿Qué dice el protocolo que se aprobó?
Aunque aclara que cada jurisdicción deberá presentar sus pedidos a Jefatura de Gabinete de la Nación, que evaluará de acuerdo al nivel de contagios en ese distrito, el texto señala que la capacidad de las salas no deberá superar en ningún caso el 50%.
En este sentido, se aceptará la presencia de grupos de hasta 6 personas, en lo que se llama «burbuja de recreación», las cuales deberán mantener una distancia de entre 1,5 y 2 metros con el resto de los espectadores, para lo que se dejará una butaca libre de cada lado.
Además, el público deberá permanecer con tapabocas y sólo podrá quitárselo momentáneamente para ingerir algún alimento o bebida.
Por su parte, cada sala deberá contar con un adecuado sistema de ventilación, será sanitizada antes y después de cada función, habrá zonas debidamente demarcadas para mantener la distancia social y se abrirán las puertas 10 minutos antes de que termine la exhibición.
Para esto, el personal será debidamente entrenado y deberá contar con vestimenta y material adecuado para evitar contagios, mientras que cada sala deberá tener en lugares visibles las normativas sanitarias a cumplir para permanecer en el lugar.
El protocolo da precisiones también sobre el accionar en lo referente a la recepción de proveedores y la manipulación de todo material implicado en la actividad comercial, del mismo modo en que prevé los pasos a seguir en caso de detección de un caso sospechoso entre los trabajadores o el público.