El ministro de Economía de la Nación expuso en la Universidad Nacional de Comahue, donde además estimó que la inflación cerró el 2020 en 35%
El ministro de Economía, Martín Guzmán, llamó hoy a «romper el círculo vicioso del bimonetarismo y transformarlo en un círculo virtuoso», y estimó que la inflación cerró 2020 en el 35%, en línea con lo esperado por el Gobierno.
Guzmán dijo que se busca «llegar a un ´Nunca Más´ de las deudas insostenibles en moneda extranjera» y abogó por «definir reglas de juego para que las crisis de deuda sean situaciones mucho menos probables que lo que se ha verificado en el país», al exponer en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional del Comahue.
Aseguró que «el único lugar en el que recae el ajuste en el Presupuesto 2021 es en los intereses de la deuda». Y se pronunció por «bajar la inflación de forma consistente.
El problema es multicausal y la abordamos como un esquema integral. Terminará el 2020 alrededor de 35%, dentro del rango que buscábamos».
«Buscamos que la inflación se vaya reduciendo 5 puntos porcentuales año a año, con una estrategia que se enfoca en alinear precios clave de la economía y tener una política fiscal consistente», indicó.
Dijo que se llevan «cuatro meses con la actividad económica recuperándose, pero aún con características heterogéneas. Hay una alta capacidad instalada en estado ocioso. En una situación así, el Estado tiene un rol central para impulsar la recuperación».
Sostuvo que «el fortalecimiento del Estado-Nación debe ser una política de Estado» e insistió con que «tranquilizar la economía es una tarea colectiva que requiere de consensos entre el sector público y privado».
El ministro se pronunció por «cambiar la estructura tributaria», al señalar que «está descoordinada a nivel federal».
«Estamos trabajando en un programa plurianual para la estabilización macroeconómica y uno de los puntos es tomar medidas tributarias que vayan armonizando el sistema, y generar incentivos para la formalización», adelantó.
Explicó que «para sostener a una economía que crece, tienen que aumentar las exportaciones».
«Hay que asegurar la sostenibilidad fiscal. Para ello hay que transitar hacia el equilibrio fiscal de manera que sea consistente con la recuperación económica», sostuvo.
Destacó que «se logró reestructurar la deuda, que era un problema, con un alivio de 37.000 millones de dólares en la década, y una reducción de la tasa de interés que pasó del 7 al 3%, y muy poco que pagar en los primeros años, lo que nos deja espacio para implementar el programa para tranquilizar la economía».
Subrayó que en cada paso se involucró al Congreso y consideró que existe «la oportunidad para que la sostenibilidad de la deuda sea una política de Estado».
«Buscamos tener una estructura productiva que sea inclusiva, dinámica desde lo productivo, que agregue valor, y garantice la estabilidad macroeconómica, respete la premisa de que el desarrollo se haga con equidad federal, y seamos dueños de nuestro propio destino. Así vemos la integración comercial», explicó.
Señaló que se apunta a «un esquema con regulaciones macroprudenciales, queremos que entren capitales que vayan a la economía real y desincentivar a los de corto plazo, el ´carry trade´, que entran sobre la base de la especulación, como pasó entre 2016 y 2019».
Además, dijo que «el desarrollo energético es clave para que el crecimiento se pueda sostener, como el Plan Gas, que permite aumentar oferta para depender menos de las importaciones».
Explicó que el Gobierno busca «acumular reservas» y por eso dejó que el tipo de cambio «se vaya depreciando con objetivos consistentes con la acumulación».
«El objetivo es que a fin de 2021, el tipo de cambio real esté en nivel parecido a diciembre 2020. Esa depreciación nominal es consistente con el objetivo de inflación que establece el presupuesto», indicó.
Sobre las tarifas, se pronunció por «alinearlas» y que «los subsidios no vayan creciendo. El Plan Gas es una inversión concreta en desarrollo económico».
«Las políticas de precios e ingresos son necesarias para coordinar expectativas. Se van a usar en 2021 como parte de un esquema integral para atacar el problema de la inflación. Los acuerdos de precios y salarios son efectivos para anclar las expectativas», señaló.