Referentes de Echesortu y Empalme Graneros criticaron las nuevas modificaciones en el sistema de transporte urbano que se pondrán en marcha el 25 de este mes
Tras el anuncio del nuevo sistema de Transporte Urbano de Pasajeros que comenzará a regir en Rosario desde el 25 de este mes, no tardaron en llegar las consultas y críticas ante un armado, según denuncian los propios vecinos, «arbitrario». Es por eso que referentes barriales y de vecinales levantaron sus voces ante este esquema.
Los vecinos de los barrios advierten que las modificaciones atentan contra los ciudadanos de la periferia de Rosario, altamente atravesados por los hechos de inseguridad y la violencia.
Desde la vecinal Echesortu y de Empalme Graneros, dos de los barrios más importantes e históricos de la ciudad, exigieron que sean llamados a debatir este nuevo sistema ya que al momento de los anuncios, afirman, nunca fueron consultados.
Vanesa Amato es referente de la vecinal Echesortu, uno de los primeros barrios de Rosario y que está atravesado por líneas que se ven afectadas por esta nueva norma como 138, 139, 115, 120, 122, 123, la línea K y Q.
En diálogo con LT3, la vecina fue clara ante el nuevo esquema: «Hay colectivos que nos van a dejar a cinco cuadras en una zona llena de robos».
Fue entonces que exigió ser convocada, en nombre de la vecinal, a discutir «qué hay que ajustar» para que «no sea el trabajador el que se queda sin línea de colectivo».
«Los vecinos queremos ser consultados, porque hay barrios que se verán muy afectados», justificó la mujer muy molesta con el anuncio del Palacio de los Leones.
En otra zona, Osvaldo Ortolani, referente de la vecinal de Empalme Graneros, también habló con la misma emisora y se vio «sorprendido» por lo expuesto por las autoridades. «No se consultó con nadie y según dicen se basaron en encuestas», contó.
Por aquel barrio las líneas 110, 146, 129 y 101 se verán modificadas y Ortolani tiene bien en claro que «cuando se dicen que se reformulan las líneas, se están sacando líneas».
Rápidamente hizo una sencilla cuenta: «Si en una calle pasaban dos colectivos y ahora uno, es menos frecuencia, es lógico».
El vecino de Empalme fue concreto: «Esto no es para mejorar nada, es para ahorrar dinero y que el mal servicio que dan no le haga perder plata».
Por último, retomó el tema que Amato había expuesto, sobre la inseguridad: «En los barrios periféricos, donde está latente la violencia, parar a cuatro cuadras es criminal, es dejar a la gente «A la buena de Dios».