Especialista advirtió sobre "teorías conspirativas" y destacó que la llegada de Internet "influyó enormemente en la visibilidad y difusión de los antivacunas, luego de que los primeros grupos estuvieran aislados y con poca comunicación"
La especialista italiana en Historia de la Medicina Eugenia Tognotti advirtió el «enorme rol» que tienen las redes sociales en su país para la difusión de «teorías conspirativas» contra las vacunas, al tiempo que alertó que se valen del «impacto emocional» para apelar a las personas que «no están convencidas» de vacunarse.
«El papel de las redes sociales en la difusión de creencias pseudocientíficas sobre las vacunas es enorme. Como los activistas en Inglaterra en el siglo XIX, los grupos antivacunación de hoy son comunicadores muy hábiles, sin embargo, no tienen a su disposición carteles y volantes, de circulación restringida, sino herramientas mucho más poderosas», ejemplificó Tognotti en diálogo con Télam.
Mientras el Gobierno italiano empezó el 27 de diciembre una campaña de vacunación gratuita y voluntaria con la que espera llegar a 15 millones de personas para abril, grupos ultras aumentan el rechazo a la inoculación mientras la derecha parlamentaria se centra en su reclamo de no obligatoriedad.
Para Tognotti, doctora egresada de la Universidad de Sassari, los antivacunas «desconfían de las autoridades y, en general, muestran un alto grado de refractariedad a los datos que ofrece la experiencia y la ciencia».
Sin embargo, estos movimientos referidos en grupos de ultraderecha tienen «una inmensa visibilidad mediática, incluidas las redes sociales, los sitios antivacunas y los periódicos en línea, donde muestran eventos personales que hacen referencia a los efectos secundarios o daños de las vacunas en los niños, con títulos y narrativas que se enfocan en el ámbito emocional», según la autora del libro «Vacunar a los niños, entre la obligación y la persuasión: tres siglos de controversias».
«Su impacto emocional es tal que asegura una gran visibilidad mediática a los argumentos de los antivacunas, ayudando a ampliar el área de los llamados indecisos, es decir, personas que rechazan vacunas o no están seguras y las aceptan con retraso, o que muestran apoyo no convencido, aceptando, a pesar de las dudas, las vacunas obligatorias y rechazando las recomendadas», amplió Tognotti.
Según la especialista, «la llegada de Internet influyó enormemente en la visibilidad y difusión de los antivacunas, luego de que los primeros grupos estuvieran aislados y con poca comunicación».
Tognotti explicó además la diversidad del movimiento antivacunas en su país, con numerosos grupos crecidos al amparo de teorías conspirativas y el anonimato de las redes.
«En los últimos años se han destacado algunas corrientes principales entre los antivacunas, entre las que destacan los cercanos a las teorías de la conspiración y los seguidores de la medicina alternativa. El número de grupos (los antivacunas, los libres de vacunas, los de padres libres de elegir) ha crecido enormemente en los últimos años, ganando visibilidad en Italia tras la reintroducción, en 2017, de las diez vacunas obligatorias para la matriculación en jardines de infancia. y servicios para niños», explicó Tognotti.