Fernández se refirió de esta manera a la decisión del Ejecutivo de dejar sin efecto el aumento de 7% que había sido previsto para este mes en la medicina prepaga
El presidente Alberto Fernández dijo hoy que el Gobierno «no está en condiciones de favorecer aumentos» en la medicina prepaga, ya que no se puede «cargar sobre la gente» esos incrementos, al tiempo que afirmó que se debe «ordenar el sistema de salud» ante «un problema estructural que hay que revisar».
En una entrevista que concedió esta mañana a Radio con Vos, el Presidente dijo, además, que hay que «cuidar el bolsillo de la gente» ya que «la situación es muy delicada» y planteó que «todos tenemos que hacer un esfuerzo».
Fernández se refirió de esta manera a la decisión del Ejecutivo nacional de dejar sin efecto el aumento de 7 por ciento que había sido previsto para este mes en la medicina prepaga, así como a la reunión que mantuvo ayer por la tarde en Casa de Gobierno con el presidente de la Unión Argentina de Entidades de Salud privadas (UAS), Claudio Belocopitt.
«Yo no voy a permitir eso; por eso lo paré; no hay otra explicación, y le dije que, si hay que ordenar el sistema de salud, ordenemos de verdad», dijo el mandatario sobre la conversación de ayer con Belocopitt.
En ese marco, el jefe de Estado se preguntó «por qué se da la plata a la actividad privada para que se la dé a las clínicas» y observó que «eso demuestra que hay un problema estructural en el sistema de salud que hay que revisar».
Al respecto, señaló que tiene una «mirada muy positiva en cuanto a la calidad de atención del sistema de salud en comparación con otros países del mundo» y agregó que «el sistema atiende básicamente a la gente pero la discusión es cómo se financia».
El jefe de Estado aclaró que, cuando se anotició del «aumento del 7%» que regiría desde desde enero, se preguntó: «¿Pero cómo, en diciembre no le habían dado un 10%, 10 más 7 en tres meses y digo ‘esto es un disparate’ y ordeno cambiarlo y no pongo excusas».
«No se puede cargar sobre la gente semejantes aumentos», indicó el mandatario, aunque reconoció que «hay un problema de costos en la medicina prepaga y en las obras sociales» y «el problema que se ve es que es un sistema de intermediación pura».
El último día del 2020, el Ministerio de Salud dejó sin efecto el aumento del 7% que iban a aplicar en febrero las empresas de medicina prepaga, un incremento adicional al del 10 por ciento implementado desde el 1 diciembre por todas las prestadoras.
La norma aclaró que, «por expresa decisión del Presidente de la Nación, se procede a suspender los incrementos que fueran autorizados a las entidades de Medicina Prepaga y a los Agentes del Seguro de Salud» establecidos en la Resolución 2987.
Esa resolución había dispuesto un incremento respecto de los valores retributivos de las prestaciones médico-asistenciales brindadas a sus beneficiarios y usuarios por los prestadores de un 7% con relación a los valores vigentes, y que podría ser aplicado a partir del 1 de febrero.
Ayer, tras una reunión de una hora y media en Casa de Gobierno con Fernández y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, Belocopitt -dueño del grupo encabezado por la compañía de medicina prepaga Swiss Medical- dijo a la prensa que le pidió al Presidente que «revea la posibilidad de dejar vigente este aumento para tener más tiempo y darle más oxígeno a las instituciones para la negociación, pero no confirmó una respuesta».
En otro tramo de la entrevista que concedió esta mañana, el mandatario dijo que «este no es un país normal» sino que «es un país y un mundo en pandemia» y destacó que, en consecuencia, es necesario «cuidar el bolsillo de la gente».
«Estamos en una situación muy delicada y todos tenemos que hacer un esfuerzo», insistió el jefe de Estado.
«No quiero seguir funcionando con la lógica de una economía normal porque no estamos en una economía normal», apuntó Fernández y analizó que el «mundo demanda alimentos y sube los precios de la soja, el maíz y el trigo» pero aclaró que los «productores argentinos producen en pesos argentinos».
«Estamos en una situación de emergencia y tenemos que preocuparnos por los que menos tienen. Entiendo que el maíz ha crecido mucho y que es una gran oportunidad de exportar maíz, lo que no entiendo es por qué a los argentinos se les cobra el maíz igual que a otro lugares del mundo», precisó, al justificar el cierre temporal de las exportaciones de maíz, que motivó un cese de comercialización de Confederaciones Rurales (CRA), Federación Agraria (FAA) y la Sociedad Rural (SRA) entre lunes y miércoles de la próxima semana.
En esa dirección, se preguntó asimismo «por qué, si el mundo demanda carne porque China importa carne y el precio se fue al diablo, ahora por qué los argentinos tienen que pagar el kilo de asado como lo paga un chino, un francés o un alemán».
El Presidente describió que esa situación le «pasa con el trigo, con el maíz, con el girasol, con el aceite, con la carne y también con la medicina privada».
En otro orden, expresó : «Si por nosotros no fuera, no tocamos la tarifas porque estamos renaciendo de las cenizas y todo lo que podamos hacer por contener y cuidar el bolsillo de la gente y favorecer el consumo y la producción y el trabajo, lo vamos a hacer».
«No sé de dónde sale que hay una discusión sobre las tarifas. Ahora ya sabemos quién es quién, yo sé lo que ganan todos los empleados registrados, cuánto dinero ingresa en cada domicilio y entonces puedo intentar hacer las tarifas segmentadas», indicó.
Al respecto, explicó que sería una «tarifa para los que están muy mal, es la llamada tarifa social, y una tarifa según su sueldo y los que puedan pagar la tarifa plena» y rescató que ese análisis «lo permitió la pandemia».
Asimismo, contó que el «caso puntualmente» de los incremento de combustibles por parte de la empresa estatal YPF lo «va siguiendo» y está acordado con el ministro de Economía, Martín Guzmán, porque «termina influyendo» en los precios.
En este punto, el jefe de Estado evaluó que a YPF la «dejaron en una situación catastrófica, con una deuda en dólares caótica, y, como no soporta no tener aumentos de naftas, hemos hecho un sendero de corrección para que eso no se convierta en un disparador inflacionario».
Finalmente, Fernández cuestionó a los medios de comunicación que «hicieron un gran esfuerzo para contaminar peligrosamente la cabeza de la gente respecto de los riesgos de la vacuna rusa y de que la cuarentena era una imposición maldita del gobierno» frente a la pandemia de coronavirus.
«Hicieron un daño incalculable», dijo el mandatario y criticó el «planteo malintencionado» de ciertos medios.