Por: Enrique Genovar
Ganó. Central hizo lo que quería hacer y se quedó con los tres puntos, algo que le permite seguir el camino hacia el objetivo que es quedarse con el grupo. El equipo del Kily goleó a Defensa y si bien el funcionamiento aún tiene unidades por aprobar, otra vez se quedó con el juego. Son cinco los partidos que lleva sin derrotas y en una semana corta de trabajo sumó seis de seis.
Pegó en los momentos justos: cuando se moría la primera parte y cuando Defensa se lo estaba llevando por delante en búsqueda del empate. Central fue un equipo de momentos, de jugadas, que supo aprovechar a la perfección lo que tuvo en el partido.
Ganó y casi no sufrió en defensa, hubo algunos jugadores que volvieron a mostrar una rebeldía para cambiar cuestionamientos por aprobaciones.
Jugó un partido de menor a mayor. Donde en la primera parte le costó mucho imponer condiciones y el rival, con practicidad jugó mejor. Ya en el complemento y con el gol de ventaja achicó líneas y lo invitó al equipo de Crespo a que saliera. Ahí volvió a pegar y con el 2-0 se terminó el partido. Pero fue a partir de ese momento que aparecieron más espacios y el Canalla, ayudado con los cambios a pesar de las bajas por molestias de dos defensores, se sintió más cómodo y manejó la pelota.
Central es líder de su grupo. La posibilidad de que se quede con el grupo está mucho más cerca. El objetivo planteado por el entrenador cuando ya no pudo ir por el premio mayor no está lejos. Es que este equipo parece haber cambiado de mentalidad. No luce tan frágil como al comienzo del torneo y aprovecha los momentos para lastimar.
Gana. No brilla, pero tampoco lo maltratan. Tiene un puñado de jugadores que encabezados por Emiliano Vecchio saben y se muestran conscientes de que hoy lo más importante es ganar. Que después, tal vez para en el próximo torneo, llegará el tiempo de ver las formas, de aceitar el funcionamiento de jugar en otro nivel. Hoy el equipo del Kily obtiene resultados y eso es lo más importante en lo que está jugando hoy.