El ataque a una vivienda donde fue baleada una nena de 12 años en septiembre dejó al desnudo una banda que usurpaba casas, falsificaba papeles y las negociaba
La investigación de una brutal balacera a una vivienda en Empalme Graneros ocurrida en septiembre pasado, en la que resultó herida una nena de 12 años, derivó en la detención de tres policías, un abogado y un gestor inmobiliario.
Los detenidos se dedicaban, según la acusación de los fiscales, a usurpar casas de gente fallecidas o desocupadas, ocuparlas con personas que simulaban ser sus dueñas y gestionar las ventas, para lo cual falsificaban documentación para dar apariencia de legalidad al negocio.
Todo se inició cuando el 8 de septiembre un grupo no identificado acribilló el frente de una casa humilde en Fraga al 700 bis. En el ataque una nena de 12 años fue herida por un disparo en una pierna. Lo único que se supo en ese momento es que los padres de la menor, una familia de origen boliviano, deslizaron que suponían que la agresión venía del dueño de la casa. Ellos habían comprado de buena fe el inmueble, por el que pagaron 1.400.000 pesos al gestor inmobiliario Miguel Angel y al abogado Pedro C. Pero sospechaban que habían sido estafados porque alguien que decía ser el verdadero propietario les dijo que esa casa estaba usurpada antes que ellos la ocuparan.
El equipo de fiscales del grupo especial que investiga balaceras detectó que efectivamente la familia de la nena había comprado la vivienda un mes antes. Esa casa con anterioridad había sido apoderada por la fuerza por personas implicadas en una estructura dedicada a vender viviendas usurpadas con papeles adulterados o truchos; pero a su vez el usurpador recibió amenazas de un grupo criminal por lo que recurrió a la organización mencionada para deshacerse de la vivienda, no sabiendo los atacantes que balearon que éste había abandonado la vivienda.