El Halcón, próximo rival de Central, ganó y suma 7 puntos. Así queda como único líder de la Zona Complementación A a la espera de lo que pase con el Canalla y Lanús
Tras unos primeros minutos de ensueño, Defensa y Justicia terminó sufriendo para imponerse apenas por 2 a 1 a Patronato de Paraná, al cabo de un aceptable encuentro disputado esta tarde en el estadio «Norberto Tomaghello», en el marco de la tercera jornada de la Zona Complementación A de la Copa «Diego Armando Maradona».
Nicolás Leguizamón, a los 9 y 16 minutos del primer tiempo, colocó en ventaja al conjunto de Hernán Crespo, en tanto que Agustín Pastorelli, a los 27 del mismo período, descontó para el «Patrón».
En lo que significó un verdadero punto de inflexión en el trámite, un grosero yerro del zaguero Franco Paredes, quien no logró controlar el pique de un balón que le cedió el arquero Marcos Ledesma, le complicó el desarrollo al anfitrión a tal punto que el conjunto mesopotámico reaccionó a partir de dicha circunstancia colocando en serio riesgo su victoria.
Desde el mismo inicio del cotejo el «Halcón» resultó infinitamente superior a un inexpresivo elenco mesopotámico.
Manejado por Larralde, con las atinadas proyecciones de Gallardo y el oportunismo de Leguizamón, Defensa borró literalmente de la cancha a su rival haciéndole solo dos goles pero jugando a un nivel superlativo.
Una certera definición de Leguizamón tras una siesta eterna de la zaga entrerriana y un cabezazo del exColón luego de un preciso centro de Gallardo desde la izquierda, le brindaron al dueño de casa la tranquilidad necesaria para manejar el match a su antojo.
A partir de la desgraciada jugada que posibilitó su descuento la visita se animó y si bien Defensa y Justicia seguía llegando no lo hacía con la fluidez que se le advertía al principio.
El técnico interino Gabriel Graciani provocó el adelantamiento de sus líneas y cambió ataque por ataque con su adversario en una versión muy mejorada respecto a la paupérrima muestra futbolística dejada en evidencia en el origen del match.
A segundos del final un incómodo cabezazo de Guasone derivó en un disparo del ingresado Rivero que dio en el travesaño, eventual conquista que hubiera premiado la superación de Patronato y a la vez castigado en la misma proporción la escasa reacción anímica de un conjunto que tras un error propio pasó sin escalas de deslumbrar a terminar pidiendo la hora al correcto árbitro Rey Hilfer.