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Hackers apoyados por un gobierno extranjero atacaron el Tesoro de los Estados Unidos


Lograron robar información de agencias gubernamentales. Hasta el momento, se desconoce qué gobierno apoyó el ataque

Un grupo de hackers, apoyados por un gobierno extranjero, robó información del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y de la agencia responsable de internet y telecomunicaciones, según informó Reuters.

“El gobierno de Estados Unidos tiene conocimiento de estos reportes y estamos tomando todas las medidas necesarias para identificar y remediar cualquier cuestión posible relacionada con esta situación”, dijo John Ullyot, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.

En la comunidad de inteligencia estadounidense existe preocupación de que los hackers que atacaron el Departamento del Tesoro y la Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información del Departamento de Comercio hayan usado una herramienta similar para acceder a otras agencias gubernamentales, de acuerdo con tres personas consultadas sobre el tema.

El episodio fue tan grave que hoy se realizó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca.

Hasta el momento, no se confirmó la identidad de los hackers ni del gobierno que habría apoyado la operación, pero Rusia y China están en la mira de las autoridades por distintos episodios.

En octubre, un grupo de hackers rusos atacaron infraestructura digital de gobiernos estatales y lograron robar información de, por lo menos, dos servidores, según informaron las autoridades estadounidenses.

“Desde al menos septiembre de 2020, un actor ruso patrocinado por el estado (…) ha llevado a cabo una campaña contra una amplia gama de objetivos estadounidenses”, aseguró la Oficina Federal de Investigación y el Departamento de Seguridad Nacional.

El grupo, llamado Berserk Bear, aunque también conocido como Dragonfly, funciona desde 2011 y es sabido que realiza ciberespionaje contra empresas del sector energético y operadores de la red eléctrica de Estados Unidos y Europa.

Al mismo tiempo, la inteligencia de Estados Unidos asegura que el gobierno de Putin interfirió en las elecciones de 2016 al hackear correos electrónicos de algunos demócratas.

Hace unos días atrás, se conoció otro episodio que puso aún más en foco a Moscú: la compañía de ciberseguridad de Silicon Valley FireEye reveló que sus sistemas fueron hackeados por lo que definió como “una nación con capacidades ofensivas de primer nivel”.

La compañía dijo que los piratas informáticos -presumiblemente rusos- utilizaron “técnicas novedosas” para crear su propio “juego de herramientas”, que podría ser un método útil para montar nuevos ataques en todo el mundo.

Por otro lado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a cinco residentes chinos de un ataque informático a gran escala en septiembre. Los fiscales aseguran que el grupo atacó más de 100 empresas estadounidenses y del extranjero como desarrolladores de software, fabricantes de computadoras y proveedores de telecomunicaciones, así como gobiernos extranjeros y políticos y activistas prodemocracia en Hong Kong.

Los denunciantes aseguraron que no se trataron de hechos aislados ya que en julio habían acusado a piratas informáticos de trabajar para el gobierno chino, apuntando a las empresas que desarrollan vacunas contra el coronavirus y robando cientos de millones de dólares en propiedad intelectual.

China ha negado sistemáticamente las afirmaciones del gobierno de Estados Unidos de que piratea empresas, políticos o agencias gubernamentales estadounidenses.