El consejero de educación del estado nigeriano de Katsina anunció hoy que 406 estudiantes del Instituto Científico de Secundaria de Kankara que fueron secuestrados el viernes están ya en libertad
El consejero de educación del estado nigeriano de Katsina, Badamasi Charanchi, anunció hoy que 406 estudiantes del Instituto Científico de Secundaria de Kankara que fueron secuestrados el viernes están ya en libertad, y que si bien las cifras por el momento son confusas, en el centro educativo estudian 884 alumnos, por lo que los que siguen secuestrados podrían ser entre 200 y 400.
Charanchi se reunió con familiares y vecinos de la zona y sus declaraciones fueron difundidas en redes sociales a través de un video recogido por el periódico nigeriano Vanguard, reprodujo la agencia de noticias Europa Press.
«Los chicos siguen volviendo y, según la información disponible, la cifra de desaparecidos que han regresado es de 406, incluyendo los que volvieron anteriormente», explicó Charanchi en el video.
Varios de los fugados pasaron la noche en la zona boscosa por miedo a ser apresados de nuevo por los secuestradores, explicó Charanchi, y agregó: «Una vez que identifiquemos a los niños, serán devueltos a sus hogares».
La Policía por el momento confirmó oficialmente la vuelta de unos 200 de los niños secuestrados del instituto masculino. El portavoz policial Gambo Isah explicó ayer al periódico Vanguard que el ataque, en principio, se saldó sin víctimas mortales.
«Atacaron la escuela con armas peligrosas y comenzaron a disparar contra los hombres que vigilaban. El tiroteo dio a los estudiantes la oportunidad de saltar la valla y llegar hasta la ciudad», explicó el vocero. Fuentes citadas por el portal SaharaReporters apunta a que los atacantes eran «cientos».
Un guardia de seguridad resultó herido durante el asalto, interrumpido por la llegada de «personal de las fuerzas acorazadas» que puso a los atacantes en fuga.
El presidente Muhammadu Buhari condenó el ataque y ordenó a las fuerzas de seguridad perseguir a los responsables.
Asimismo, pidió una auditoría a las autoridades educativas y solicitó ayuda a las familias de los estudiantes con el fin de determinar el número concreto de alumnos secuestrados.
Autoridades civiles y militares revelaron que, a través de exploraciones aéreas, detectaron el escondite de los atacantes y que en las primeras operaciones se produjeron tiroteos sin que se reportaran víctimas, al menos entre las tropas regulares y los estudiantes.
El noroeste de Nigeria se está convirtiendo cada vez más en un foco de violencia, con un número creciente de ataques y víctimas atribuidas a lo que el Gobierno define como «bandidos» pero detrás de algunos de los cuales están grupos yihadistas que operan en la cuenca del lago Chad, de ahí el que los expertos apunten a que los insurgentes puedan estar tratando de unir ambos escenarios.
Al menos 1.165 personas han muerto en ataques violentos en el noreste de Nigeria en los primeros ocho meses de 2020, según los datos recabados por la organización Nigeria Mourns, mientras que 113 personas han sido secuestradas en los siete estados que conforman esta región.