Se le extraerá un fémur, el cual será enviado a Buenos Aires para determinar si cayó vivo o muerto al río Paraná, luego de una pericia fallida
El cuerpo de Carlos Orellano, el joven fallecido tras su desaparición en el boliche Ming River House, llegó este jueves por la mañana al Instituto Médico Legal para ser exhumado, en un nuevo peritaje en la causa. Se le extraerá un fémur, el cual será enviado a la morgue judicial de la Nación, para avanzar con los estudios complementarios a la autopsia realizada en Rosario.
El cadáver fue trasladado por la mañana bajo custodia de la Policía Federal Argentina (PFA) para hacer un análisis de diatomea, entre otras medidas de prueba pendientes en la pesquisa. El mismo es un examen clave para determinar si el joven de 23 años estaba vivo cuando cayó al agua del río Paraná la madrugada del martes 24 de febrero.
Estaba previsto que la primera extracción de médula se hiciera en Rosario, pero el perito José Speranza, parte por la investigación que en el Ministerio Público de la Acusación el fiscal Patricio Saldutti, advirtió que no estaban dadas las condiciones.
La muestra del fémur de los restos de “Bocacha” ya había sido solicitada cuando se llevó a cabo la primera autopsia bajo el protocolo de Minnesota. Sin embargo, el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de la Nación detectó que el material original se había contaminado y no era posible utilizarlo para hacer las pruebas correspondientes.
Orellano fue a bailar con amigos a La Fluvial la noche del 23 de febrero. La última vez que lo vieron con vida, el personal de seguridad del boliche lo sacó tras un supuesto altercado dentro del local. La querella sostiene que tanto los custodios como efectivos policiales lo agredieron físicamente y presumen que luego lo tiraron al río, por lo que solicitaron la prisión preventiva de los involucrados y del dueño del lugar.