CLG dialogó con dos reconocidos médicos de Rosario, quienes analizaron el presente de la profesión en plena pandemia, y cuestionaron las condiciones laborales en las que trabajan los médicos
Como cada 3 de diciembre, este jueves se conmemora el Día del Médico en Argentina y otros países del continente en honor a Carlos Juan Finlay Barrés, médico y científico cubano que descubrió que la transmisión de la fiebre amarilla era ocasionada por un vector intermediario como el mosquito Aedes aegypti.
En este marco, CLG dialogó con dos voces de renombre de la medicina rosarina: Rafael Pineda, reconocido y experimentado ginecólogo, y Fernando Bessone, jefe del Servicio de Gastroenterología y Hepatología del Hospital Centenario. Ambos opinaron sobre el presente de la profesión en el contexto de la pandemia, a la cual calificaron de «desafiante», y también hablaron sobre el «destrato» que reciben los profesionales de la salud en términos de condiciones laborales, situación que quedó aún más a la vista en este 2020.
Rafael Pineda
«Ha sido un año de desafíos para la medicina», sostuvo en primer lugar el experimentado ginecólogo rosarino. «La situación ha tomado a la profesión totalmente de imprevisto y no estaba preparada para atender una pandemia por varias razones. En primer lugar porque fue inesperada, la medicina no está preparada para luchar contra un virus desconocido. La medicina no tenía armas para luchar contra este virus, no se sabía nada. No estar preparado significa no tener las armas para luchar, no tener el personal disponible, no sólo médico sino tampoco de enfermería y auxiliares; y no tener el conocimiento. Son tres pilares fundamentales para luchar contra una epidemia o una pandemia de esta magnitud. La medicina no estaba lista», continuó.
Pineda señaló que a más de ocho meses de la llegada del covid-19 a la Argentina y a casi un año del comienzo de la pandemia en China los conocimientos sobre el virus aún son escasos: «La medicina necesitó varios meses para empezar a conocer esto. Ya ha pasado casi un año y recién ahora sabemos algunas cosas, y no muchas. Seguimos casi en pañales. Ha sido un desafío tremendo para la medicina. Se ha esperado mucho de la profesión y no ha podido dar grandes respuestas ante esto».
Por otro lado, se refirió a la cantidad de médicos y de integrantes del personal de salud que están en la primera línea de batalla que han fallecido por el coronavirus: «Esta situación tiene el agravante de que en todo el mundo han sido muchos los médicos que han dejado su vida tratando de luchar contra esto. Personalmente, creo que el primer homenaje que se tiene que hacer en este 3 de diciembre es a los médicos que han perdido la vida luchando contra la pandemia y entregándose para atender a los pacientes».
«En la provincia de Santa Fe han sido bastantes los médicos que han perdido su vida por el covid-19. En el Sanatorio Parque se han perdido tres jefes de servicios, tres profesionales brillantes que han perdido su vida trabajando en luchar contra la pandemia. Además, el jefe de Terapia Intensiva, un hombre de una calidad médica indiscutible, fue internado en terapia intensiva con un cuadro grave y salió», ahondó.
«Este es un desafío gravísimo no reconocido. La gente ha aplaudido mucho a los trabajadores de la salud en general, pero no se les ha dado la protección, los medios y las condiciones básicas para que médicos y enfermeros pudieran trabajar como se debía. El ejemplo es Rosario. Algunas instituciones privadas se han preparado, pero en las instituciones públicas han mirado de costado esta situación», añadió.
Pineda insistió con que en este Día del Médico la conmemoración vaya para los profesionales de la salud que perdieron su vida en esta pandemia: «Creo que hay que hacer un racconto muy importante de todo lo que han hecho los profesionales de la salud trabajando por sacar adelante a los pacientes. Creo que hay que sacarse el sombrero ante los médicos que han trabajado en esta situación. Por eso este 3 de diciembre es un día para guardar silencio en la ciudad, la provincia y en toda la Argentina. Es un día para ser respetuoso por las personas que han fallecido por covid».
Por otro lado, hizo mención a las condiciones salariales y laborales en las que trabajan los médicos de la provincia y todo el país: «Durante 35 años he sido jefe de un servicio en un hospital municipal importante y siempre hemos tenido problemas. Los médicos siempre hemos sido una moneda de cambio y lo seguimos siendo. Creo que el destrato al médico es un problema que no se va a resolver. Tanto el médico como el docente es un individuo que no se lo respeta en Argentina y en otros países del continente».
Fernando Bessone
El reconocido gastroenterólogo local habló sobre la situación atípica que atraviesa el mundo y de cómo enfrenta esta pandemia como médico: «Es la primera vez que vivimos esto. Hice clínica y terapia intensiva, por lo que me tocó estar en situaciones complicadas, pero esto supera a cualquier tipo de expectativa. Acá aparecen tus amigos, familiares, gente muy joven que se muere irremediablemente sin poder hacer nada, incluso con las pocas terapéuticas que todavía existen».
«Es realmente impactante y al mismo tiempo te enfrenta a un desafío con tu propia salud. Yo soy gastroenterólogo y estoy al frente de un servicio de 40 médicos que son clínicos, que hacen guardias y que tengo que comandar. Uno no le esquiva al bulto y se mete de lleno en el problema. Creo que la palabra es desafiante, porque uno lo va viviendo a medida que se lo va transcurriendo», añadió.
En este contexto, el referente del Hospital Centenario fue muy crítico al opinar sobre las condiciones laborales de los médicos, los cuales han atravesado diversos conflictos a lo largo de este año: «Estas guardias insalubres tendrían que ser pagadas el doble, hay médicos que no llegan a ganar $50.000. Esta parte es muy dramática. Tengo mucha indignación con lo que se le paga a los médicos. Los médicos nunca estuvieron bien pagados, al menos en los últimos 30 años. Históricamente estuvimos mal pagos».
Por otro lado, al ser consultado sobre la cantidad de profesionales de la salud fallecidos durante la pandemia, expresó: «Lo primero que se me dibujó en la cabeza cuando empecé a leer lo de Madrid e Italia, cuando acá todavía no había llegado el virus, fue la guerra. Los tipos en el frente de batalla sin titubear. No te lo preguntás, directamente salís a luchar. Tenés la indumentaria de médico y salís a la palestra».
«Sufrí mucho por compañeros fallecidos. Esto es muy duro de digerir. Todo el homenaje tiene que ir para ellos. Es un año muy atípico y acá verdaderamente hubo gente que no titubeó en salir al frente de batalla», concluyó.