En una entrevista, el presidente de la comisión de la Salud de la Cámara de Diputados, Pablo Yedlin, brindó su opinión y destacó que tiene una expresión política y la sociedad "evoluciona en ese sentido"
El presidente de la comisión de la Salud de la Cámara de Diputados, Pablo Yedlin (Frente de Todos), exteriorizó hoy su optimismo de cara a la posible aprobación del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo (IVE), objetivo que quedó truncado hace dos años cuando la media sanción de la Cámara baja no pudo revalidarse en el Senado.
Para el tucumano, «el hecho de que sea un proyecto del presidente (Alberto Fernández), defendido por los ministros, lo pone en otro nivel» en cuanto a la posibilidad de que se convierta en ley, al comparar con el proceso ocurrido en 2018, cuando el Gobierno de Mauricio Macri habilitó el debate pero no sentó posición ni jugó políticamente para ninguno de los bandos.
«Si bien es un un tema que es medio transversal de las fuerzas políticas, el hecho de que sea un proyecto del presidente, defendido por los ministros, lo pone en otro nivel.
Eso obviamente tiene una expresión política. Y la sociedad evoluciona en ese sentido», expresó Yedlin que preside una de las cuatro comisiones que intervendrá en el tratamiento del proyecto.
A la hora de los argumentos, recordó que «hace 100 años» que se penaliza el aborto «y sin embargo la cantidad de abortos no disminuye, mientras que «en todos los países donde se legalizó, esto disminuyó».
«La diferencia grande es que las mujeres que tienen recursos económicos logran saltear la clandestinidad y son atendidas y tratadas de forma correcta. Además, nadie las judicializa y penaliza. En Argentina las mujeres pobres son perseguidas, judicializadas, penalizadas y sometidas a la clandestinidad.
Muchas mueren por abortos inseguros ya que no tienen acceso a otros sistemas», resaltó.
Asimismo, indicó: «Queremos quitar la venda de los ojos y dejar de creer que esto no sucede. Porque esto sucede. Lo que estamos haciendo es cuidar a esas mujeres. Es un tema de derecho a la salud para esas mujeres».
El siguiente es el detalle de la entrevista:
– Hace dos años, hubo un debate enorme que sirvió para instalar el debate a nivel masivo. Pero no alcanzó para lograr la ley. ¿Este año podría ser diferente?.
— Este un proyecto del presidente, lo prometió en campaña.
Y el 1 de marzo cuando abrió las sesiones ordinarias del Congreso dijo que lo iba a mandar. Él lo ha presentado. Es un proyecto del partido gobernante. Tiene la primera minoría en Diputados, una amplia mayoría en el Senado. Eso cambia un poco el panorama en general. Si bien es un un tema que es medio transversal de las fuerzas políticas, el hecho de que sea un proyecto del presidente, defendido por los ministros, lo pone en otro nivel. Eso obviamente tiene una expresión política. Y la sociedad evoluciona en ese sentido.
– ¿Qué importancia tuvo el debate del 2018?.
— Por supuesto que hay una historia por detrás. El hecho de que hace dos años se haya dado un debate intenso y se haya sacado el debate de la clandestinidad ayudó. Lo que creo que quedó claro en ese momento es que el debate no tiene que ver con las creencias religiosas. Está fuera de debate eso de que hay gente que está a favor de la vida y gente que no. No tiene nada que ver.
– ¿Qué argumentos sostiene para defender la aprobación del proyecto?.
— Hace más de 100 años que estamos penalizando esto y sin embargo la cantidad de abortos no disminuye. Y en todos los países donde se legalizó, esto disminuyó. Si el objetivo real de toda la población es que tengamos menos abortos, primero tenemos que prevenirlo con educación sexual, salud sexual y procreación responsable y acceso a anticonceptivos gratuitos.
Pero si no se puede prevenir el embarazo no deseado y una mujer decide interrumpir el embarazo, el Estado tiene que cuidarla y no condenarla a la clandestinidad y la muerte. Ningún país del mundo avanzado hace eso.
– ¿El IVE beneficiaría especialmente a las mujeres pobres con capacidad de gestar?.
— La diferencia grande es que las mujeres que tienen recursos económicos logran saltear la clandestinidad y son atendidas y tratadas de forma correcta. Además, nadie las judicializa y penaliza. En Argentina las mujeres pobres son perseguidas, judicializadas, penalizadas y sometidas a la clandestinidad. Muchas mueren por abortos inseguros ya que no tienen acceso a otros sistemas. Queremos quitar la venda de los ojos y dejar de creer que esto no sucede. Porque esto sucede. Lo que estamos haciendo es cuidar a esas mujeres. Es un tema de derecho a la salud para esas mujeres.
– El panorama en Diputados parece bastante claro con una tendencia a favor de la aprobación. ¿Por qué en el Senado siempre cuesta más?.
— En general las Cámaras altas siempre son un poco más conservadoras. El general el promedio de edad es mayor. Tiene una lógica distinta. En general en los sistemas republicanos del mundo las cámaras altas son más conservadoras. Y este tema no escapa a esa lógica. Veremos.