Este jueves se conmemora un nuevo aniversario del femicidio de la mujer y los investigadores trabajan para que su viudo y único imputado sea enjuiciado el año próximo
Los investigadores del crimen de Nora Dalmasso, del que mañana se cumplen 14 años, trabajan en la posibilidad de que en el primer semestre de 2021 se someta al viudo Marcelo Macarrón, único imputado del asesinato de su esposa, a un juicio con jurados populares, informó hoy una fuente judicial.
Por su parte, Diego Estévez, ex abogado querellante en representación a María Delia Grassi, la madre de la víctima, dijo a Télam que «con las pruebas que hay, el juicio no conduce al esclarecimiento» y consideró que con este debate «lo único que se busca es cerrar el caso».
«Norita» (51) fue encontrada asesinada el 26 de noviembre de 2006 en su casona del exclusivo barrio Villa Golf de la ciudad de Río Cuarto, en el sur de la provincia de Córdoba, donde residía con el traumatólogo Macarrón (60), con quien tenía dos hijos, Facundo, quien por entonces vivía en la capital provincial donde estudiaba Derecho, y Valentina, que para esa fecha estaba de viaje.
Una fuente judicial explicó a Télam que se trabaja en la posibilidad de un juicio con juradores populares para el primer semestre del 2021, el cual tendrá como único imputado al viudo, acusado del delito de «homicidio calificado por el vínculo, alevosía, y precio o promesa remuneratoria», el cual prevé la pena de prisión perpetua.
Fue el fiscal de Río Cuarto, Luis Pizarro, quien el año pasado cerró la instrucción de la causa con Macarrón como presunto «instigador» del crimen de su esposa, motivado por «desavenencias matrimoniales y cuestiones económicas».
Por su parte, el viudo siempre sostuvo ser inocente y dijo que al momento del crimen él se encontraba en la ciudad uruguaya de Punta del Este donde disputó, y ganó, un torneo de golf junto a unos amigos.
Sin embargo, el abogado Estévez consideró que «se debe seguir investigando hasta que se esclarezca el crimen» y calificó de «lamentable» la investigación de los fiscales y que no se le haya dado importancia a las sugerencias que en su momento la querella había aportado a la pesquisa.
Hace un año, cuando la causa fue elevada a juicio, el abogado Marcelo Brito, defensor de Macarrón, había considerado «absurda, fantasiosa e insustancial» la imputación del fiscal Pizarro, quien concluyó la instrucción que había iniciado sus colegas Javier Di Santo y Daniel Miralles, posteriormente separados del expediente.
A pesar de estar en contra de la imputación, la defensa no se opuso a la elevación a juicio de la causa, sino que presentó por escrito una serie de «observaciones y objeciones» técnicas y también a los «juicios gravísimos de la acusación».
Por otra parte, la defensora oficial, Ivana Niesutta, representará en el juicio a la madre de «Norita», en tanto que el tribunal de enjuiciamiento de la Cámara Primera del Crimen estará integrado por los jueces Daniel Vaudagna, Natacha García y Mariano Correa.
En 14 años, además del viudo fueron imputados en el marco de la causa el exasesor del gobierno cordobés Rafael Magnasco, el pintor Gastón Zárate, y Facundo Macarrón, aunque todos ellos fueron finalmente sobreseídos.
Zárate fue apodado en Río Cuarto como «perejil» y hubo marchas en su favor cuando estuvo unos días detenido, y fue desvinculado del crimen más rápidamente que el hijo de Nora, cuyo sobreseimiento demoró seis años.
En su momento, el viudo manifestó que no estaba dispuesto a esperar esa misma cantidad de años para ser sobreseído y por eso que decidió respaldar la realización del juicio, para que «de una vez por todas se cierre» el proceso en su contra, según recordó el defensor Brito.
Macarrón fue procesado en marzo de 2016 por el anterior fiscal Miralles, quien inicialmente puso en duda la coartada de que se encontraba en Punta del Este y lo acusó de «homicidio calificado por el vínculo» solamente.
Pero cuando el fiscal Pizarro se hizo cargo de la causa modificó la hipótesis y consideró que el viudo contrató un sicario para matar a su esposa mientras él estaba ausente en su viaje de golf.
El año pasado, en coincidencia con el 13er. aniversario del hecho, el hijo de la víctima dijo públicamente que había una «persecución penal» en contra de su familia y describió la investigación como «mediocre».
De acuerdo a la pesquisa, Nora murió por asfixia por estrangulamiento y su cuerpo semidesnudo quedó tendido en la cama de su hija.
Desde un comienzo de la pesquisa se siguieron distintas pistas: desde un crimen durante un juego sexual, un abuso sexual seguido de muerte, un femicidio y asesinato por encargo.
Los peritos hallaron en la escena del crimen el patrón genético del linaje Macarrón (haplotipo Y) y ese elemento fue utilizado primero para acusar a Facundo y posteriormente para apuntar al viudo, quien siempre reconoció que antes de viajar él había tenido relaciones sexuales con su esposa.