Los valores de la cadena francesa cayeron más de 6% en la bolsa de San Pablo. "Se están resintiendo por las manifestaciones del fin de semana que afectaron mucho a la imagen", indicaron las agencias de crédito brasileñas
Las acciones la cadena francesa de supermercados Carrefour cayeron este lunes más de 6% en la Bolsa de San Pablo, en el contexto de una fuerte indignación en todo Brasil a raíz del brutal asesinato el jueves pasado de un hombre negro a manos de vigilantes en una sucursal del grupo en Porto Alegre, en otro caso de racismo.
Poco antes del cierre de las operaciones, las acciones de la filial brasileña del grupo francés perdían 6,18%, en tanto el principal indicador del mercado, el índice Ibovespa, registraba un avance de 0,85%.
El viernes, un día después del trágico hecho, los papeles de Carrefour cerraron con un avance de 0,49% pese a que durante la jornada, que coincidió con el Día de la Conciencia Negra en Brasil, la indignación se hizo sentir en las redes sociales y en las calles, con manifestaciones contra el racismo y pedidos de boicot al gigante de la distribución.
«Hoy las acciones se están resintiendo por las manifestaciones del fin de semana que afectaron mucho la imagen de Carrefour; además, grandes empresas, como la cervecera Ambev, también pidieron medidas inmediatas para evitar nuevos episodios» como ese en locales del grupo francés, reveló Alex Agostini, de la agencia de crédito brasileña Austin Rating.
En la Bolsa de París, los títulos de Carrefour cayeron hoy 2,21%, citó la agencia de noticias AFP.
Carrefour vive días difíciles desde que el jueves por la noche empezó a circular un video en el que se ve a un agente del supermercado de Porto Alegre agredir a puñetazos en la playa de estacionamiento a Joao Alberto Silveira Freitas, de 40 años, mientras otro lo mantenía inmovilizado, hasta ultimarlo, en una agresión que duró cuatro minutos.
El incidente también afectó la imagen del presidente Jair Bolsonaro, quien ayer fue increpado en las calles de la ciudad de Macapá, en el noroeste del país, tras haber criticado manifestaciones por la igualdad racial en su discurso en la cumbre del G20 celebrada en Arabia Saudita.
El caso estremeció a Brasil, un país que convive desde hace siglos con un racismo estructural. El viernes por la noche y durante el fin de semana se llevaron a cabo protestas que reunieron a cientos de personas frente a los supermercados Carrefour en Porto Alegre y otras ciudades importantes de Brasil y que incluyeron pancartas como «Carrefour asesino» o «Los negros importan».
En una sucursal de la cadena en el barrio Jardim Paulista, un grupo de personas arrojó piedras contra la fachada de vidrio e invadió el establecimiento, destruyendo o incendiando mercadería, vitrinas y otras instalaciones.
En una serie de tuits en portugués, el director general de Carrefour, Alexandre Bompard, expresó el viernes sus condolencias tras ese «acto horrible», afirmó que los guardias fueron despedidos y admitió que las imágenes eran «insoportables».
Pidió igualmente «una revisión completa de las acciones de formación de los empleados y tercerizados en materia de seguridad, de respeto de la diversidad y de valores de respeto y de rechazo de la intolerancia».