Así lo expresó Agustín Salvia, director del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina, quien destacó que "la pandemia de coronavirus vino a agravar una situación preexistente"
El director del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia, resaltó este lunes que la pandemia agravó la pobreza en el país, que «estructuralmente era grave», y consideró que superar esta situación requiere de «un pacto político que haga viable la ecuación económica», que deje atrás «las grietas ideológias», y permita el crecimiento y una mejor distribución del ingreso.
La pandemia de coronavirus «vino a agravar una situación preexistente» que era «estructuralmente era grave en los últimos 10 o 12 años», con un piso de «25% al 30% hasta el año pasado», indicó el especialista en declaraciones a Télam.
«Ahora estaríamos en un nivel de entre 35% y 40%. Por eso podemos decir que el piso (de la pobreza), tras la pandemia, creció, precisó.
Al respecto, explicó que «más allá que el promedio del primer semestre fue del 40,9%, en base a los números informados por el Indec, el índice de pobreza llegó al 47,2% en el segundo trimestre».
Sin embargo, ponderó que, en el tercer trimestre, con el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y del medio aguinaldo, que se cobra en junio, pero estadísticamente se imputa en julio; y el recupero en el nivel de actividad, por la apertura de algunas actividades en la cuarentena, «la pobreza habría bajado al 40%», según los cálculos que maneja la institución.
En cuanto al cuarto trimestre, Salvia evaluó que «se estaría quebrando» esta tendencia hacia la baja del índice, debido «al aumento de la inflación» en los últimos meses, para lo cual mencionó el costo de la Canasta Básica Total en octubre, que se ubicó por encima de los $ 50.000, traccionada especialmente por los alimentos, entre otros rubros.
Por todo esto, «el nivel de pobreza promedio para el segundo semestre del año andará entre 40 y 45%. Creo que más cerca del 42%/44%, pero vamos a estar arriba del promedio del primer semestre», proyectó Salvia y apuntó a que «lo importante de este dato, más allá de la cifra, es que el piso de la pobreza estructural creció».
«Si teníamos pisos de pobreza estructural del 25 al 30% hasta el año pasado, ahora estaríamos en un nivel de entre 35 y 40%. Por eso podemos decir que el piso (de la pobreza), tras la pandemia, creció», sostuvo Salvia.
Ante este escenario, el sociólogo consideró que para salir de estos niveles de pobreza «se requiere de un pacto político que haga viable la ecuación económica» que permita el crecimiento y una mejor distribución del ingreso.
Para salir del estancamiento «tenemos que mejorar la productividad y multiplicar las exportaciones, pero lo que necesita esa ecuación económica para hacerse viable es un pacto político que nos saque de este laberinto, no por uno de sus lados, sino saliendo por arriba».
«Hay que dejar atrás nuestras grietas ideológicas que terminan siendo estafas porque terminan estancándonos y hundiéndonos en el subdesarrollo. Hay que terminar con las ideas hegemónicas porque vamos a necesitar del ‘otro’ -ya sea un partido político, un sindicato o un empresario-, para salir de esta situación», dijo Salvia.
El Observatorio Social de la UCA prevé difundir el 3 de diciembre una nueva medición del índice de pobreza.
Si bien los números finales todavía no están, Salvia anticipo que «no será menor al 40%».
Al cierre del primer semestre del año el índice de pobreza se ubicó en 40,9%, por encima del 35,4% de igual período de 2019.
En tanto, el Índice de Indigencia ascendió al 10,5%, contra el 7,7% de enero-junio del año pasado, de acuerdo con el relevamiento presentado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Entre ambas mediciones, la economía en su conjunto cayó 19,1%, la desocupación aumentó del 10,6% al 13,1 %, y la inflación anualizada fue de 42,8%.