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Cámara Argentina de Biocombustibles

Incitan el consumo de biodiésel para evitar cierres en el sector


Plantas fabricantes de biodiésel podrían cerrar si se retrotrae el mercado importador europeo mientras que ya se clausuró el norteamericano, ante lo cual especialistas aseguran que la solución está en incentivar el consumo interno.

«Es muy probable que en dos, tres meses la Unión Europea (UE) aplique una sanción antisubsidio. En este escenario, la probabilidad de que haya paros en la actividad es alta», sostuvo el director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (AABH), Claudio Molina.

De acuerdo con la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), que reúne a las principales empresas del sector, la amenaza de las tarifas de la UE ya paralizó las ventas al bloque, por lo que el complejo de biodiésel argentino exportaría no más de 700.000 toneladas este año, lejos de los 1,65 millones de toneladas embarcados en el 2017.

Para Molina, un corte de mezcla de 12 por ciento y, por otro lado, el incremento del uso de biodiésel en la generación de energía, el transporte público y maquinaria agrícola podría elevar el consumo local a la mitad de los 4,4 millones de toneladas anuales que la industria argentina puede producir, en un plazo de tres años. En este sentido, existen emprendimientos privados que dan la certeza de que el cambio se puede dar y así por ejemplo la cervecería y maltería Quilmes utiliza en una flota de 180 camiones 60% de biodiésel y 40% de gas oil, sin registrar ningún problema operativo. Mientras que la Municipalidad de Rosario implementará un corte piloto del 25% de biodiésel sobre el gas oil en las unidades de transporte de pasajeros urbano de la ciudad.

El peligro actual es que la industria cerraría plantas ya que perdería el destino del 85 por ciento de sus embarques, sin mercados alternativos significativos donde ubicarlas. «La amenaza que tenemos es Europa», manifestó Luis Zubizarreta, presidente de Carbio, al considerar que «difícilmente» las plantas productoras de biodiésel puedan seguir operando sin las compras del bloque europeo.

En tanto, la investigación por presuntos subsidios que lleva a cabo la UE comenzó cuatro meses después de que, tras perder un caso con Argentina en la Organización Mundial de Comercio (OMC), revió un arancel por una acusación de «dumping» que impidió el ingreso de biodiésel argentino al bloque durante tres años.

El Gobierno en mayo elevó a 15 por ciento, desde un 8 por ciento previo, el impuesto a las exportaciones de biodiésel, una medida que, según Zubizarreta, también impacta de manera negativa en la industria.