Con el aumento de la temperatura mucha gente se vuelca a caminatas o trotes para mantenerse en forma. Lo que hay que saber
El aumento de la temperatura y la cercanía del verano volcaron a mucha gente a la actividad física al aire libre, aunque también, en caso de no disponer de la información necesaria, podrían derivar en molestos dolores musculares y otros problemas.
Esto no se refiere a aquellos que generalmente realizan actividad física, como el running o entrenamiento funcional, que desde agosto en espacios abiertos y hace algunas semanas en gimnasios, recuperaron esa sensación, sino a aquellos que, empujados por poder salir del «encierro» de tantos meses en la casa, se animarán a experimentar, más allá de la edad y el género.
«¿Si puede uno prevenir ese tipo de dolores? En sí, no se puede hacer eso, porque es un indicativo que vos trabajaste y te exigiste. Sí se puede trabajar con la recuperación del tejido y ahí es donde entra mi mirada», explicó a NA el kinesiólogo y especialista en recuperación muscular Eros Marinelli.
«Esos dolores son, principalmente, de adaptación. Es una molestia y va a depender de la intensidad del trabajo. Hay que ver cuándo percibís ese dolor, según el esfuerzo, porque puede aparecer en un lapso de 12 a 48 horas. Ese dato hay que tenerlo en cuenta porque va a marcar cuándo vuelvo a entrenar», agregó.
Y resumió: «Muchas veces uno arranca el primer día con todo porque está motivado y se encuentra con esto, el dolor aparece hasta para levantarse de la cama y entramos en pánico».
En ese sentido, el preparador físico Horacio Rossanigo remarcó la importancia de focalizarse «en la progresión», teniendo en cuenta «que la sobrecarga tiene que ser algo paulatino».
«Se puede hacer el paralelismo con un fármaco: las dosis al principio tiene que ser mínimas y determinar cuál es la necesaria para cada persona. Es por esto que los principales factores de abandono es cuando se excede en la actividad y se llega a algún tipo de lesión», dijo Rossanigo en diálogo con Noticias Argentinas.
Y recomendó: «Lo ideal al momento de querer iniciar o retomar la actividad física es estar asesorado por un profesional que periodice y dosifique los ejercicios. Que sea una actividad que tenga adherencia, que se pueda cumplir con el hábito de realizarla y no sea algo aislado. Obviamente el descanso es muy importante, tratar de evitar la luz azul (celular) una hora antes de dormir, junto con la alimentación, un aspecto en el que también hay que asesorarse».
«Para evitar cualquier tipo de frustración, hay que tratar de evitar los dolores mediante la progresión hacia la actividad física, llevarlo de manera paulatina y no cometer excesos. La cuarentena nos dejó algo bueno que es poder resolver la actividad física en nuestras casas, con el uso de elementos que tenemos a mano y que sea segura», señaló.
En el cierre, Marinelli dejó algunas recomendaciones sobre cómo poder evitar o afrontar esos posibles dolores musculares propios de un tiempo de inactividad.
«Químicamente en el músculo pasan ciertas cosas que nos hacen percibir el dolor. Entonces, sin requerir de tecnología, en casa podemos hacer inmersiones en agua fría (no helada) y agua caliente, que nos ayuda a bombear todos los restos (toxinas) que quedaron post entrenamiento; otra cosa importante es la elongación, que hay que trabajarlo mucho al otro día, al levantarse», cerró.