El venezolano Rómulo Otero sufrió un duro golpe en el partido entre Corinthians y Atlético Goianiense en Brasil. Un compañero juntó las piezas del campo de juego
El Corinthians y el Atlético Goianiense protagonizaron un empate por 1-1 en la jornada número 20 del Brasileirao con goles de Oliveira a los 42 minutos del primer tiempo y de Fábio Santos Romeu a los 57 de penal. Sin embargo, las cámaras se quedaron con el jugador del Timao Rómulo Otero.
Otero es venezolano y juega de mediocampista por izquierda en el Corinthians de Brasil. Se jugaban apenas 13 minutos del partido en el Estadio Olímpico Pedro Ludovico Teixeira, cuando Otero intentó pasar entre los rivales Dudu y Gustavo Ferrareis. En su afán de detener el avance, Ferrareis le terminó propinando un rodillazo a la altura de la boca.
Parecía un golpe habitual, pero la transmisión se centró en Fábio Santos, el lateral izquierdo, que parecía estar buscando algo en el césped mientras hablaba con el árbitro. En ese instante, el defensor levantó los dientes de su compañero del campo de juego y se los alcanzó al árbitro Jean Pierre Gonçalves Lima, quien posteriormente corrió a dárselos al juez de línea.
Automáticamente, las cámaras se quedaron con el colegiado mientras cruzaba el terreno de juego y se acercaba al árbitro asistente. Un nuevo ángulo mostró que estaba dándole cuatro dientes a su colega, los cuales pertenecían al atacante venezolano.
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Pese al dolor que podría haber sentido el sudamericano por la pérdida de las cuatro piezas de su dentadura, continuó en cancha hasta los 65 minutos de partido, cuando fue reemplazado por Everaldo.