Por Enrique Genovar
Por Enrique Genovar
Kily González está haciendo sus primeros pasos en este recorrido que lleva como entrenador. Más allá que sumó experiencia en los dos años que estuvo en reserva, dirigir primera es diferente. Entonces, cada vez que habla se lo analiza de una manera más exhaustiva. Es que ese análisis que se hace sirve para ir descubriendo qué clase de entrenador es, más allá de lo que fue la primera presentación del equipo.
En la conferencia de prensa de este jueves el Kily se mostró consciente del rival que va a enfrentar este fin de semana y de las dificultades que evidenció su Central en el debut, más allá de la victoria.
Una de las cuestiones para destacar de la retórica del entrenador fue cuando hizo referencia a que no es “esclavo de ningún sistema”. Esta frase es saludable, al menos desde lo discursivo.
El técnico auriazul dejó en claro que podrá variar el esquema o los nombres de acuerdo a quién sea el rival de turno.
Esto pone de manifiesto qué clase de entrenador es. Ya que existen aquellos que los sistemas están por encima de todo y que no importa a quién enfrenten; y están los técnicos que no se “casan” con ningún esquema y que varían las cuestiones tácticas de acuerdo al rival.
El Kily parece estar en este último grupo. Claro que después, como a todos, le caerá la rigurosidad de analizar su tarea con la exactitud de los resultados. Pero al menos en su discurso suena saludable que se muestre como un técnico abierto a las modificaciones y más después de haber ganado su primer partido.
Se viene un durísimo rival y el resultado de este sábado dirá si el técnico acertó o no con lo que preparó para enfrentarse a River. Pero a pocas horas para el juego las palabras del técnico de Central son bienvenidas.