Así lo expresa el reporte "No hay razones para devaluar. Tampoco reservas", realizado por la consultora Ecolatina
«No es descabellado pensar en una devaluación del tipo de cambio oficial en los próximos meses», sostuvo este domingo la consultora Ecolatina, en un informe en el que advirtió sobre la caída de reservas.
Explicó que las reservas de libre disponibilidad están «en mínimos desde 2016» y alertó que, «si no aparece una fuente adicional de dólares para ´quemar´ en el mercado o la demanda de divisas no se relaja rápidamente -dos cosas que parecen poco probables-, un salto del tipo de cambio será inevitable».
El informe advirtió en que «un salto del dólar oficial aceleraría la inflación y profundizaría todos los problemas que arrastra nuestra alicaída economía, a la par que demoraría la incipiente recuperación de la actividad luego del deterioro histórico que provocó la pandemia y la cuarentena».
En el reporte, titulado «No hay razones para devaluar. Tampoco reservas», estima que el Banco Central sacrificó más de u$s 1.600 millones de reservas para contener a la divisa en septiembre -de los cuales u$s 600 millones fueron en la segunda mitad, luego del endurecimiento de cepo- y más de u$s 900 millones en octubre.
Como resultado, alertó que las reservas de libre disponibilidad perforaron los u$s 5.400 millones en la última semana, alcanzando un -mínimo desde comienzos de 2016.
Pero señala que «descontando los u$s 4.000 millones de oro y los u$s 2.400 millones de DEG´s encajados en el FMI, las preocupaciones se vuelven todavía más urgentes, obligando a la autoridad monetaria a usar otras fuentes».
Para la consultora, «será casi imposible reactivar la economía con una brecha de tres dígitos, y será casi imposible bajar esta brecha sin pagar algún costo».
«El mercado cambiario se encuentra al filo de la navaja: si la demanda de divisas no cede en el corto plazo, un salto del dólar podría ser tan costoso como inevitable», alertó.
Sostuvo que «el tiempo corre y el poder de fuego del Banco Central sigue agotándose. No hay razones para devaluar; tampoco reservas para contener una corrida».