Uno de los índices más importantes de su gobierno fue el descenso del desempleo, del 21,5% en 2002 al 8,7% en 2007
El primer año exacto desde el triunfo electoral del Frente de Todos que catapultó a Alberto Fernández a la presidencia, coincidirá este martes con el décimo aniversario de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, quien falleció el 27 de octubre de 2010.
El también ex gobernador de Santa Cruz se encontraba en su residencia de El Calafate cuando tuvo un paro cardíaco del que no pudieron reanimarlo, el mismo día que se realizaba el censo nacional. Tenía 60 años.
Néstor tenía su propia impronta política como jefe del Frente para la Victoria y en los meses previos había tenido que someterse a dos angioplastías. La complicación se habría originado en un stent que le habían colocado poco antes.
Descendiente de alemanes y croatas, Néstor nació en Río Gallegos el 25 de febrero de 1950, estudió abogacía en la Universidad de La Plata y se casó en 1975 con quien además de estudios compartía militancia, la expresidenta Cristina Fernández.
Se recibió en 1976 y volvió con su esposa al sur, donde montaron un estudio jurídico. A fines de 1983 le llegó su primer cargo político, cuando fue designado presidente de la Caja de Previsión Social de Río Gallegos.
En 1987 fue elegido intendente de la ciudad por el peronismo, y en 1991 fue consagrado como gobernador de Santa Cruz, cargo desde el que aplicó una política de fuerte inversión pública y reformó dos veces la Constitución provincial para aprobar la reelección indefinida.
Tras la fallida presidencia de Fernando de la Rúa y la crisis de 2001, el presidente provisional Eduardo Duhalde se inclinó por Kirchner para enfrentar el intento de regreso al cargo de Carlos Saúl Menem.
En las elecciones de 2003, el santacruceño obtuvo el 22% mientras que Menem lo superó con el 24%, pero ante una segura derrota en segunda vuelta el riojano optó por no presentarse y Kirchner fue consagrado como Presidente.
El primer gobierno kirchnerista se destacó por marcar como prioridad la política de derechos humanos, con la derogación de las leyes de obediencia debida y punto final, además de un fuerte rebote económico, con recuperación del consumo y políticas sociales para intentar paliar los efectos de la crisis de 2001.
En cuanto a la política exterior, Kirchner formó un frente común con el Brasil para reflotar el Mercosur. En tanto, se logró una importante renegociación en cuanto a la deuda con los acreedores privados, que ascendía a U$S81.800 millones.
Entre enero y febrero de 2005 se canjearon U$S62.200 millones, o sea el 76% del total de la deuda, con una quita de U$S27.700 millones sobre el valor nominal de la misma.
Uno de los índices más importantes del gobierno de Néstor Kirchner fue el descenso del desempleo, del 21,5% en 2002 al 8,7% en 2007, cuando decidió no presentarse a la reelección y posibilitar la presidencia de Cristina.