Roman Prymula fue sorprendido por un fotógrafo saliendo sin tapabocas de un restaurante en Praga que, además, debía estar cerrado en virtud de las nuevas normas de restricción
El ministro de Salud checo, Roman Prymula, desató hoy una hola de críticas después de que fuera sorprendido por un fotógrafo saliendo sin tapabocas de un restaurante en Praga que, además, debía estar cerrado en virtud de las nuevas normas dispuestas para mitigar la propagación del coronavirus.
Según fotos publicadas hoy por el diario Blesk, Prymula, en el cargo desde septiembre último, subió sin mascarilla a su automóvil con chofer.
«Las normas deben ser válidas para todo el mundo, sin excepción», y por ello Prymula «no puede seguir siendo ministro de Salud», evaluó el ministro del Interior, Jan Hamacek, quien dirige el comité de crisis gubernamental sobre la pandemia, informó la agencia de noticias AFP.
Ambos ministros proceden de formaciones políticas diferentes.
Prymula dijo que está «preparado para enfrentar las consecuencias» aunque aseguró que estaba en un reunión de trabajo y que, al subir al auto, se colocó el tapaboca.
“Estuve aquí en el ministerio hasta las 21:20. Luego, me invitaron a una reunión. No es cierto que no llevaba máscara; fui al salón del restaurante con máscara. Salí alrededor de las 23:30. No llevaba máscara pero me la puse en el auto”, aseguró en declaraciones a la revista de noticias semanal checa Respekt.
El país está experimentando actualmente uno de los peores brotes de coronavirus del mundo en términos de nuevas infecciones per cápita, y ayer volvió a regir una cuarentena casi total por segunda vez en el año.
Los restaurantes en República Checa están cerrados para el servicio de mesa desde el miércoles 14 de octubre y sólo se permite comprar comida para llevar hasta las 20.
Además, de acuerdo con las reglas que entraron en vigencia a principios de esta semana, es obligatorio el uso de máscaras cuando se comparte un automóvil con personas con las que no se convive.
Jaroslav Faltynek, aliado político de Prymula y líder parlamentario del partido gubernamental ANO, que también fue visto en el restaurante, se disculpó esta mañana en el Parlamento.
Faltynek dijo que le pidió a Prymula que se reuniera con él para discutir la situación actual del coronavirus y destacó que el restaurante estaba cerrado cuando se reunieron.
“Nos reunimos el miércoles por la noche en un restaurante cerrado, en el salón, donde discutimos estas cosas sobre un café, y eso es todo”, dijo Faltynek en el Parlamento.
Agregó que conoce al dueño del lugar: «Él nos permitió usar el salón privado del restaurante para hablar estos temas sobre un café».
Al brindar precisiones de su versión de los hechos, el funcionario checo pidió disculpas a los ciudadanos por «romper la confianza».
Meses atrás, el primer ministro Andrej Babis también había sido criticado por irse de vacaciones a Creta, tras haber exhortado a sus compatriotas a no viajar al extranjero.
La epidemia del coronavirus lleva causadas 1.845 muertes en la República Checa, en tanto los contagios totalizaban hoy 223.000, contados desde desde marzo, lo que convierte al país de 10,6 millones de habitantes en el más afectado de la Unión Europea según su población.