La decisión llega porque el gobierno considera que ya no hay violencia en las calles
El primer ministro de Tailandia, el general Prayut Chan-ocha, revocó el estado de emergencia que impuso en Bangkok para intentar detener las protestas contra el Ejecutivo y la monarquía, tras considerar que ya no hay violencia en las calles, informó la prensa local.
Prayut, en el poder desde el golpe de Estado de mayo de 2014 y cuya dimisión exigen los manifestantes, aseguró ayer que retiraría el estado de emergencia en la capital si no se registraban más incidentes en las manifestaciones contra el gobierno.
El decreto de derogación del estado de excepción en la capital aparece publicado hoy en la Gaceta Real de Tailandia y señala que las medidas excepcionales se retiran porque ya terminó la violencia que llevó al Gobierno a adoptar estas iniciativas, informa la agencia de noticias Europa Press.
El Ejecutivo del general Prayut declaró el estado de emergencia en Bangkok el 15 de octubre con el objetivo de frenar unas movilizaciones sin precedentes, dirigidas contra la institución monárquica en un país en el que las ofensas a la Casa Real se castigan con severas penas de cárcel.
La declaración del estado de emergencia en la capital tailandesa tenía como fecha final el 13 de noviembre, pero el general Prayut finalmente decidió rectificar esa fecha pese a que los manifestantes aseguran que mantendrán sus movilizaciones hasta que se cumplan sus demandas.
Las exigencias incluyen la dimisión del primer ministro, una reforma del sistema monárquico para la vuelta a una democracia real y no tutelada por las Fuerzas Armadas. Antes de derogar el estado de emergencia, Prayut aseguró anoche en un discurso televisado que todos deben dar un paso atrás, incluidos los manifestantes, a quienes emplazó a rebajar la intensidad y el tono de sus protestas y sus discursos.
«Yo adoptaré la primera decisión para atenuar esta situación. Estoy actualmente preparando la retirada del estado de emergencia en Bangkok y lo haré rápidamente si no hay incidentes violentos», aseguró y pidió a los manifestantes «que respondan con reciprocidad y sinceridad».
Prayut volvió a pedir a los manifestantes que expresen todas sus quejas y demandas en el Parlamento a través de los legisladores. El gobierno cuenta con una mayoría parlamentaria a su favor gracias al respaldo de todos los miembros del Senado, nombrados por la junta militar que asumió el poder tras el golpe de Estado en mayo de 2014.
La semana pasada y durante varios días, varios miles de personas protestaron en el centro de la capital y la policía antidisturbios utilizó el viernes cañones de agua y productos químicos para dispersar la protesta. Según las fuerzas, cuatro policías y 11 manifestantes resultaron heridos y unas 60 personas fueron detenidas, entre ellas nueve líderes del movimiento prodemocracia, informó la ONG Thai Lawyers for Human Rights (Abogados tailandeses para los derechos humanos).
Algunos fueron liberados bajo fianza, mientras que otros, como el abogado Anon Numpa, figura emblemática de estas protestas y muy crítico hacia la realeza, siguen encarcelados. En Tailandia, a las tensiones políticas se añade una grave crisis económica: el país, que depende del turismo, está en plena recesión con millones de personas desempleadas debido al impacto de la pandemia del coronavirus.