Ocurrió este lunes a la noche en un interno de la línea 100 en el barrio porteño de Barracas.
Un efectivo de la Policía Federal (PFA) y un barrendero murieron, y otro hombre resultó herido, tras un asalto y tiroteo que se produjo a bordo de un colectivo en el barrio porteño de Barracas, informaron fuentes policiales.
El hecho tuvo lugar a las 23.40 de anoche a bordo de un interno de la línea 100, ramal 1, que circulaba por la calle Vieytes, entre Quinquela Martín y Suárez, donde fueron asaltados los pasajeros y el chofer por dos delincuentes que subieron armados.
El policía asesinado fue identificado por las fuentes como el agente Esteban Nicolás Lagos, de 28 años, padre de dos hijos y que cumplía sus funciones en la División Ferrocarril Mitre de la PFA, quien murió en el hospital policial Churruca
El otro fallecido es un barrendero de la ciudad de Buenos Aires, Juan Roberto Bonifacio, de 34 años, que iba como uno de los pasajeros rumbo a su casa en la localidad bonaerense de Sarandí, y murió también de una herida de arma de fuego.
Según las fuentes, mientras uno de los ladrones se ubicó en la parte delantera de la unidad para amenazar al chofer, otro se fue al fondo.
Por ello, cuando Lagos, quien viajaba uniformado, se levantó de su asiento para dar la voz de alto, se inició un tiroteo y fue sorprendido por la espalda por el ladrón que estaba en la parte trasera de la unidad.
A raíz delos balazos, fueron alcanzados por las balas el policía, quien presentaba al menos tres disparos, el recolector de residuos y un tercer pasajero con una herida leve en un pie.
Los dos delincuentes resultaron ilesos y escaparon de la unidad luego de robarle al policía baleado su pistola calibre 9 milímetros reglamentaria.
Luego del asalto y el tiroteo, el chofer condujo el colectivo hasta la puerta de la comisaría vecinal 4D de la Policía de la Ciudad, donde pidió ayuda y desde donde se produjeron los traslados de los baleados.
El agente Lagos fue al hospital Churruca, donde falleció, mientras que los otros dos pasajeros baleados fueron llevados al Argerich, donde Bonifacio ingresó con heridas en varios órganos y murió mientras era operado, y el otro sólo presentaba una herida leve en un pie y ya fue derivado a otro sanatorio por su obra social.
La causa es investigada por el fiscal Martín López Perrando, de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 12.