La medida, que limita la circulación nocturna, busca contener el segundo brote de coronavirus. Toda Europa toma acciones similares
Francia vuelve a endurecer las medidas para tratar de frenar la pandemia. A partir de este sábado, y durante al menos cuatro semanas, entrará en vigor un toque de queda en la capital francesa y en ocho ciudades más, desde las 21 hasta las 6.
Las metrópolis afectadas con las nuevas restricciones son: París, Grenoble, Lille, Lyon, Aix-Marseille, Montpellier, Rouen, Saint-Étienne y Toulouse.
Las autoridades advirtieron que impondrán multas a cualquiera que viole la medida. La sanción irá desde los 135 euros (158.61 dólares), si incumple por primera vez, y hasta los 1.500 euros (1762.05 dólares), si incurre en la falta por segunda ocasión.
La medida fue anunciada por el mandatario Emmanuel en televisión nacional poco después de que su Gobierno declarara un nuevo estado de emergencia de salud pública. «Estamos en una segunda ola (…) Tenemos que tomar medidas más estrictas (porque) estamos en una situación preocupante», confirmó Macron.
El presidente señaló que la restricción está principalmente enfocada en limitar las actividades sociales por ser consideradas el mayor foco de contagios, pero que estarán permitidos los traslados por motivos esenciales.
«No habrá prohibición de tráfico entre las 21 y las 6, pero habrá una limitación estricta por buenas razones. Eso significa, por otro lado, que ya no iremos a restaurantes, ya no saldremos del restaurante después de las 9:00 p.m., ya no iremos a casa de amigos, no iremos de fiesta porque sabemos que es ahí donde nos contagiamos más fácilmente y es lo que debemos reducir”, explicó el mandatario.
Asimismo, Macron indicó que el transporte público seguirá funcionando y que aún estarán permitidos los viajes entre regiones, sin restricciones. El objetivo de la medida es frenar el crecimiento de los contagios para que el actual ritmo pase de los aproximadamente 20.000 casos diarios al nivel de 3.000 a 5.000, añadió.
El jefe de Estado aseguró que un nuevo confinamiento general de la población, como el vivido entre marzo y mayo, «sería desproporcionado», por lo que el toque de queda «es una medida pertinente».
“No hemos decidido reducir los viajes entre regiones, es una elección porque creo que es la opción de no infantilizar, sino de empoderar y por lo tanto significa que no impediremos que las personas pasen de una región a otra o, además, concretamente, que se vayan de vacaciones», afirmó.
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) October 14, 2020
Europa aumenta las restricciones
A la vez que la segunda ola de coronavirus se extiende rápidamente entre los países europeos, diversos Estados refuerzan medidas que buscan limitar los contactos sociales para impedir el incremento de contagios. La mayoría intenta evitar un nuevo bloqueo general.
Alemania, con las cifras de contagios no vistas desde abril, aplica restricciones a bares y restaurantes; Francia comunicó el toque de queda nocturno; en Cataluña, España, el Gobierno ordenó el cierre de la hostelería; en Reino Unido un alto incremento de las muertes preocupa al Gobierno, mientras que República Checa registra su segunda cifra más alta de contagios desde el estallido de la pandemia.
Además, Irlanda del Norte cierra por dos semanas las escuelas. Polonia está “al borde del desastre” según uno de los inmunólogos del equipo de gobierno. Portugal declara el estado de calamidad y limita reuniones a cinco personas. Suiza duplicó en un día los casos y discutirán hoy endurecer las medidas.
A escala global, más de 38.195.000 personas han contraído el Covid-19, de las cuales 1.087.300 han muerto a causa de la enfermedad mientras otros 26.507.000 pacientes la han superado, según los cálculos del conteo independiente que realiza la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos.