Había alegado problemas de salud físicos y mentales que dilataron su encarcelamiento
El senador provincial Ariel Rosendo (PJ) fue detenido y trasladado a la penitenciaría de la provincia de San Luis. La justicia había emitido una orden de detención para Rosendo tras una denuncia por violencia de género y, cuando el Senado provincial lo desaforó, adujo problemas de salud físicos y mentales que dilataron su encarcelamiento, ya que se internó en una clínica puntana.
Luego de permanecer «atrincherado» para «eludir a la justicia», «simulando en connivencia con la salud privada de Villa Mercedes», Rosendo finalmente fue trasladado anoche a la penitenciaría local, afirmó a Télam Leticia Latini, abogada defensora de la exmujer, contra la que el senador «ejerció violencia económica y psicológica». «Fue una tarde violenta, llena de agresiones por parte del procesado, ejercidas contra el juez de la causa» y contra mí, nuevamente, donde no se privó de injurias, calumnias, mentiras y ataques verbales», describió la letrada.
«En San Luis, los profesionales que aplican la perspectiva de género, terminan violentados», aseguró Latini, quien ya había denunciado maltratos por parte de la defensa del senador y el dueño de la Clínica Aconcagua, donde «se internó» luego que el Senado provincial le concediera el desafuero, y lo «suspendiera en el cargo».
Ayer, relató, terminó «recusado el juez» en una maniobra jurídica «realmente lamentable que intentó desconocer los hechos fácticos por los que fue juzgado y condenado por tres delitos, entre los que se encontraba la violencia de género».
A esta altura de las circunstancias «deberá resolver la Cámara el planteo», explicó Latini y agregó que se «terminó poniendo en tela de juicio la conducta de la defensa de las víctimas del delito cometido», en una maniobra «grosera que confunde a la sociedad y hace pensar que las penas pueden ser cuestionadas por quienes ostentan poder».
En el trascurso de la ampliación de la indagatoria, «el senador que es responsable de tres delitos graves, no se privó de atacar personalmente al juez Estrada y a mí, sin que se lo llamara al orden», describió la letrada, y contó que «se reprodujeron un sinfín de chicanas judiciales, forzando términos jurídicos y se le permitió actitudes violentas, faltas de respeto y acusaciones agraviantes, en plena audiencia».
Ariel Rosendo está procesado por robo por efracción y en banda contra el sindicato de mecánicos y afines (SMATA), por violar una restricción de acercamiento contra su exesposa, que lo denunció por violencia de género, y por trasgredir medidas antipandémicas.
Los tres delitos, «han sido probados y sustentados en la sentencia judicial», no obstante lo cual, indicó la abogada, debieron «esperar para desbaratar los artilugios de un hombre que se mueve con dinero, para poder hacer cumplir la sentencia y ahora deberemos esperar que se expida la Cámara para conocer su destino final», concluyó.