Por José Odisio
Por José Odisio
La pelota sigue rodando en la pretemporada. Newell’s ya disputó cuatro amistosos y Kudelka empieza a sacar conclusiones tras un parate de 8 meses que aún no permite desactivar las luces de alerta en cuanto a la respuesta física y futbolística cuando comience formalmente el torneo.
Entre barbijos, alcohol en gel y distancia social, la Lepra empezó a salir del letargo de la pandemia. Acostumbrándose a esta nueva normalidad que sugiere no abrazarse en los goles, sentarse distanciado en las plateas y micros, y dormir en habitaciones individuales cuando se juegue fuera de casa. Una situación atípica, pero necesaria para poder jugar.
Y en medio de tanto protocolo, la Lepra parece no haber perdido la memoria. En los amistosos de pretemporada el equipo intentó ser parecido al que terminó de gran forma la Superliga. Pelota al piso, proyección de laterales constante, verticalidad y presión alta, un sello de Kudelka que está chipeado en los futbolistas.
Por suerte para Kudelka, Scocco conoce a la perfección el sistema, esta forma de jugar la tiene incorporada desde el Newell’s de Martino y por eso no sorprende que se sienta tan cómodo. Cuatro goles en tres partidos dejaron en claro que Nacho vino para seguir haciendo historia en el Parque, no sólo para cumplir con su palabra de retirarse con la rojinegra. Y el equipo de Kudelka ya no tendrá que inventar goleadores o rezar por la eficacia de la pelota parada (aunque no estaría mal que siga aportando).
Obviamente hay una alarma encendida. Como era previsible, la salida de Cristian Lema desestabilizó la defensa, en especial en el juego aéreo. Guanini todavía no hace pie y Gentiletti busca con su experiencia acomodar las cosas, seguramente con Fontanini como ladero. Al Newell’s de Kudelka le gusta correr riesgos atrás y por ahora se nota que la zona no está con la firmeza del torneo pasado.
El panorama no es tan malo, por el contrario, si se analiza a los otros equipos, Newell’s parece estar con buenas perspectivas de transitar con más éxitos que fracasos el torneo que amaga con arrancar a fin de mes. Sobra jerarquía con Maxi, Nacho, Pablo Pérez, Gentiletti y Palacios; hay un arquero más que confianle con Aguerre y un cinco batallador como Juro Fernández; y asoma un buen aporte juvenil con Moreno, Cacciabue, Nico Castro, Panchito González y Enzo Cabrera. Ahora queda hacer los últimos ajustes y esperar que el Covid-19 no meta la cola. Y eso ya no depende de Kudelka.