Los operativos de rutina realizados por los agentes de tránsito dejaron como saldo 66 vehículos en el corralón. Los conductores de 44 de estos dieron positivo en el test de alcoholemia realizado y por eso debieron entregar sus autos.
Entre el jueves y la madrugada del domingo se llevaron a cabo 429 operativos entre agentes municipales y policía. En los controles se pidieron documentos, elementos de seguridad y se evaluaron las condiciones de conducción.
De 66 autos y motos secuestrados y llevados al corralón, 44 fueron por alcoholemia positiva. Y hubo dos casos que se destacaron aún más: uno de los conductores dio 2,54 gramos y otro 2,22 gramos, cuando el máximo permitido es de 0.50 gramos.