El sentenciado es un sujeto de 27 años y el juicio se desarrolló en Reconquista, aunque los hechos tuvieron lugar en la comuna del norte santafesino Nicanor Molinas
Un hombre de 27 años, identificado como Maximiliano Coronel, fue condenado a ocho años de prisión por la autoría de delitos contra la integridad sexual de una menor de edad cometidos en la localidad de Nicanor Molinas, departamento General Obligado. Así lo dispuso el juez Gustavo Gon en un juicio oral que se desarrolló en los tribunales de Reconquista.
El fiscal Juan Sebastián Marichal llevó adelante la investigación y representó al MPA en el debate. “Coronel fue condenado como autor del delito de abuso sexual gravemente ultrajante de una menor de 13 años, atribuido en concurso ideal con el delito de promoción a la corrupción de menores agravado (por la edad de la víctima)”, informó.
El funcionario del MPA señaló que “los hechos que investigamos ocurrieron entre fechas de 2017 que no lograron ser determinadas y el 6 de abril de 2018”. Detalló que “fueron en una vivienda ubicada en la zona rural de la comuna del norte provincial”, e indicó que “la víctima transitaba su escolaridad primaria cuando sufrió los abusos”.
“El condenado residía junto a su familia en el domicilio en el que llevó a cabo su accionar delictivo”, precisó Marichal. “La niña solía ir de visita al lugar porque vivía en una casa aledaña y era amiga de otra niña del entorno familiar de Coronel”, aclaró.
El fiscal planteó que “el hombre se aprovechó de la situación de vulnerabilidad de la menor para atentar contra su integridad sexual en reiteradas oportunidades”. Afirmó que “se comprobó que Coronel cometió los ilícitos en ocasiones en las que estaba a solas con la víctima y llegó a bloquear puertas para evitar que ella se escapara. Además, al menos una vez, Coronel exhibió material pornográfico a la niña mientras la atacaba”, sostuvo.
“En abril de 2018, la niña logró contar a sus familiares que era abusada por su vecino y la madre de la menor radicó una denuncia”, explicó el fiscal. “En el marco de la investigación, la víctima fue entrevistada en cámara Gesell y relató sus padecimientos de forma clara, coherente y verosímil”, sostuvo.
Por último, Marichal destacó que “las conductas aberrantes del condenado implicaron un peligro para la salud física y psicológica de la víctima, así como para el libre y progresivo desarrollo de su sexualidad”.