CLG dialogó con la corredora inmobiliaria Diana Bunino, quien advirtió que ante la pandemia se cuadriplicaron las consultas: "La gente está reservando por la temporada completa"
Por: Santiago Ceron
El verano está a la vuelta de la esquina y, en medio de una pandemia, los rosarinos ya evalúan sus opciones para sus vacaciones. La realidad es que, ante una compleja situación económica que no permite grandes viajes y un temor por la situación que enfrenta el país con el covid-19, las miradas se posan cada vez más sobre las casas de fin de semana de localidades cercanas, como Funes y Roldán.
Es que desde el sector inmobiliario advierten que en comparación con el año pasado, las consultas para alquilar casas quinta durante el verano se cuadriplicaron y que la mayoría de las propiedades ya se reservaron. Estos números se explican directamente por la pandemia: hay una gran incertidumbre sobre qué pasará con la temporada de verano en los principales destinos turísticos del país y el exterior, muchos temen los posibles contagios que estos viajes pueden tener y el país está sumido en una compleja situación económica.
En este marco, CLG dialogó con Diana Bunino (corredora inmobiliaria Mat. 1036), de Inmobiliaria Bunino, quien hizo hincapié en el marcado aumento en la demanda: «El incremento en la demanda fue terrible. Todos los años hacemos alquileres temporarios y cada año que pasa la cantidad de gente que se queda vacacionando cerca va aumentando, pero esta vez cambió totalmente y tenemos fácilmente cuatro veces más de consultas y mucha demanda».
Además, no sólo aumentaron las consultas sino que también se incrementó el tiempo por el que se realizan los alquileres: «El año pasado nos pedían una semana o quince días, hoy la gente está pidiendo temporadas completas, los tres meses de verano, algunos arrancan en noviembre». Y agregó: «Es muy poca la gente que te consulta por un fin de semana o tres días, el mínimo es 15 días. A su vez eso nos beneficia porque entre un alquiler y otro entra el equipo de limpieza para desinfectar toda la propiedad».
Al momento de referirse a las causas, Diana señaló: «La realidad es que más allá de la incertidumbre que genera el hecho de no saber si van a poder irse de vacaciones a la Costa, también es una cuestión de seguridad. La gente tiene mucho miedo y sabe que alquilando una casa quinta tienen la posibilidad de tener una pileta de manera privada».
La demanda que existe actualmente es tal que no llegan a satisfacerla: «La contra que tiene todo esto es que la demanda está superando ampliamente la oferta. Le decimos contra porque necesitaríamos más oferta». Y añadió: «También se provoca este tipo de cuello de botella porque hay muchos propietarios que otros años no utilizaban sus casas y este año sí lo van a hacer, entonces se achica la oferta. En veranos anteriores había gente que se iba un mes de vacaciones afuera y ponía en alquiler su casa, pero este año todavía no saben si se van a poder ir».
A falta de poco más de dos meses para el arranque oficial del verano, la demanda ya se traduce en poca disponibilidad: «En nuestra inmobiliaria, de todas las propiedades disponibles ya tenemos un 70% alquiladas».
Por otra parte, se refirió a los costos de alquiler: «Los precios dependen del tamaño, de la ubicación y demás, son muy dispares. Para estimar, en enero, que es el mes más caro, algo económico con dos dormitorios, una piscina de 6×3 metros y un parque de entre 500 y 600 metros cuadrados tenemos que estar hablando de 1.400 dólares el mes o $200.000 aproximadamente. De ahí para arriba».