"No tiene fiebre desde hace cuatro días, sin síntomas durante más de 24 horas, y no necesitó recibir oxígeno suplementario", detalló en un comunicado el médico del presidente de EE.UU.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no tiene síntomas de coronavirus desde hace 24 horas ni fiebre desde hace cuatro días, informó este miércoles su médico en un comunicado.
Sean Conley inició su parte afirmando que el mandatario le dijo esta mañana que se siente «fenomenal» y agregó que «no ha tenido fiebre desde hace cuatro días ni síntomas (de Covid-19) desde hace 24 horas».
«Su examen físico y sus signos vitales, incluida la saturación de oxígeno y la frecuencia respiratoria, permanecieron estables y en rango normal», afirmó.
«No tiene fiebre desde hace cuatro días, sin síntomas durante más de 24 horas, y no necesitó recibir oxígeno suplementario desde la hospitalización inicial», añadió el parte, que precisa que seguirán monitoreando «de cerca» el estado de salud del mandatario.
Trump no entró ayer en el Despacho Oval, un día después de haber sido dado de alta del hospital donde se trataba de Covid-19, aseguró hoy un portavoz de la Casa Blanca, contradiciendo a un consejero del mandatario.
«El Presidente quería estar en el Despacho Oval ayer (martes), pero no fue y trabajó desde la residencia», tuiteó hoy Ben Williamson, portavoz del presidente.
Unos minutos antes, su asesor económico, Larry Kudlow, dijo en el canal CNBC que Trump había «aparecido ayer en el Despacho Oval tomando las máximas precauciones respecto a la Covid-19», informó la agencia de noticias AFP.
El comportamiento del presidente, de 74 años, está siendo analizado con especial atención, ya que una gran cantidad de personas que trabajan en la Casa Blanca, incluidos periodistas, también dieron positivo en coronavirus.
La Casa Blanca informó que prepara un operativo para permitir que el presidente regrese a su despacho en los próximos días.
Poco antes de la salida del mandatario de un hospital militar, el lunes pasado, los médicos de Trump recalcaron que «todavía no estaba completamente fuera de peligro».
El estado de salud del mandatario se vio envuelto en dudas y misterio desde el viernes pasado cuando él mismo dio a conocer que había dado positivo.
A partir de entonces, la información que circuló por parte de la Casa Blanca y del personal médico del presidente -sobre todo de su medico personal- fue confusa, contradictoria y esquiva.
Al ser dado de alta, Trump aseguró que se encontraba en buen estado y, fiel a su costumbre, al día siguiente minimizó la enfermedad al tuitear que “es bastante menos letal” que una gripe.
Sin embargo, el mismo lunes las cámaras lo mostraron con cierta dificultad al respirar luego de subir los escalones del pórtico sur de la Casa Blanca.
De todos modos, Trump se dijo ansioso por regresar a la campaña de cara a los comicios del 3 de noviembre y dijo que estaba preparado para participar del segundo debate presidencial con su rival, el demócrata Joe Biden, el 15 de este mes en Miami.
Al respecto, el candidato demócrata dijo hoy a periodistas en Maryland que está “ansioso por poder debatirlo”, pero afirmó que no debería realizarse si Trump todavía está infectado, informó la agencia de noticias Ansa.
Aún se desconoce cómo afrontará Trump estas últimas semanas claves de campaña, especialmente cuando crecen los rumores sobre posibles nuevas complicaciones médicas.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo ayer a la cadena de noticias CNN que los problemas de salud del mandatario persisten.
Si esto es cierto, la campaña oficialista podría verse afectada no solo por el estado de salud de Trump, sino por el tendal de contagios que dejó en gran parte de su personal y que sigue obligando a muchos a ponerse en cuarentena.
En ese sentido, el principal asesor en temas inmigratorios de Trump, Stephen Miller, anunció anoche que está contagiado de coronavirus, y se transformó en el vigésimo tercer integrante del entorno del mandatario golpeado por la pandemia en la última semana.
Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia.
Hasta hoy registró más de 7,5 millones de casos y casi 211.000 muertes, según datos de la Universidad Johns Hopkins que muestran que solo cuatro estados (Hawaii, Kansas, Missouri y Carolina del Sur) reflejan tendencias a la baja en nuevos casos en comparación con la semana anterior.