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Se intensifican los bombardeos entre Azerbaiyán y Armenia y nadie escucha los llamados a una tregua


Desde el viernes, Stepanakert fue objeto de ataques que obligaron a la población a esconderse en sótanos y refugios. Desde la noche del sábado la ciudad se quedó sin electricidad

Las fuerzas separatistas armenias de Nagorno Karabaj y el ejército de Azerbaiyán intensificaron este domingo, en el octavo día de combates, el fuego de artillería, en particular en Stepanakert, la capital separatista, y en Ganyá, la segunda ciudad más grande de Azerbaiyán.

Ambas partes acrecentaron sus declaraciones belicosas, ignorando los llamamientos a una tregua de la mayor parte de la comunidad internacional y reprochándose mutuamente la responsabilidad del conflicto.

Desde el viernes, Stepanakert, la principal ciudad de Nagorno Karabaj -región de mayoría armenia que se proclamó independiente de Azerbaiyán en 1991- fue objeto de ataques que obligaron a la población a esconderse en sótanos y refugios. Desde la noche del sábado al domingo, la ciudad se quedó sin electricidad.

Los ataques con cohetes se reanudaron con intensidad hoy a partir de las 9.30, indicaron periodistas de la agencia de noticias AFP en la ciudad, donde las sirenas sonaron casi incesantemente.

El centro y la periferia se vieron afectados y en el noreste se veía humo negro en el cielo.

Los residentes se escondieron en los refugios existentes, como la cripta de una iglesia, donde varias familias esperaban en un ambiente de resignación.

«Las fuerzas azerbaiyanas están apuntando a objetivos civiles», dijo el portavoz del Ministerio de Defensa de Armenia, Arstroun Hovhannissian.

Según las autoridades locales, se trata de disparos de sistemas de lanzacohetes múltiples Smerch y Polonez. También hay drones sobrevolando la ciudad.

El presidente de la autoproclamada república, Arayk Harutyunyan, anunció que, como represalia, sus fuerzas se centrarían ahora en atacar las infraestructuras militares de las «grandes ciudades» de Azerbaiyán, situadas a mayor distancia del frente, y pidió «a los civiles que abandonen inmediatamente esas ciudades».

Poco después, el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán anunció que la segunda ciudad más grande del país, Ganyá, «está bajo el fuego de las fuerzas armenias».

El Ministerio de Exteriores de Turquía -aliado de Azerbaiyán- declaró este domingo que considera que el ataque contra Ganyá, representa una violación de los principios del derecho humanitario y de los convenios de Ginebra.

«Condenamos estos ataques. Armenia, que se enfrenta a una derrota en el territorio ocupado de Azerbaiyán, viola todos los principios del derecho humanitario, especialmente los convenios de Ginebra», indicó la Cancillería turca en un comunicado citado por la agencia de noticias Sputnik.

Nagorno Karabaj queda dentro de Azerbaiyán, pero está bajo control de separatistas de lengua y raíces armenias apoyados por el Gobierno de Armenia desde 1994, cuando la región se separó de Azerbaiyán luego de una guerra de tres años.

Se estima que unas 30.000 personas murieron en ese conflicto, que siguió a la disolución de la Unión Soviética.

La región montañosa tiene unos 4.400 kilómetros cuadrados, más o menos la quinta parte de la superficie de la provincia de Tucumán, y está a unos 50 kilómetros de la frontera de Armenia.

Una guerra abierta entre las dos antiguas repúblicas soviéticas del Cáucaso Sur hace temer una desestabilización a gran escala que podría implicar a múltiples potencias compitiendo en la región: Rusia, árbitro regional tradicional, Turquía, aliada de Azerbaiyán, Irán y Occidente.