Tras el informe del Indec, desde la Universidad Católica Argentina esperan que, luego de un duro segundo trimestre, la pobreza baje unos puntos
El director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia, consideró hoy que «ya antes de la pandemia» el país se encontraba «contra las cuerdas en lo social y, luego de un duro segundo trimestre, se espera que la pobreza baje unos puntos».
Luego de que el Indec informara ayer sobre un aumento de la pobreza a 40,9% al cierre del primer semestre, Salvia destacó que el índice puede bajar a partir de los planes asistenciales implementados en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus, y de una paulatina recuperación de la economía.
Asimismo, Salvia resaltó la comparación de la pobreza en el primer semestre con la del «segundo trimestre, que fue más alta, de 47,2%» y sostuvo que «quizá ese 47,2 es por un trimestre muy duro, luego eventualmente estará bajando algunos puntos, pero ya vamos a tener un piso estructural más alto que antes; ojalá que 47,2 sea el techo».
«Se empobrecieron las clases medias bajas y los trabajadores informales, y los que se emplean por cuenta tuvieron una caída abrupta en su actividad y, por lo tanto, de sus ingresos», explicó el titular del Observatorio de la Deuda Social e investigador del Conicet en declaraciones a la radio Metro 95.1.
Salvia destacó que «ya antes de la pandemia estábamos contra las cuerdas desde el punto social», al referirse a los índices presentados por el Indec, que también precisó que la pobreza aumentó 5,5 puntos porcentuales respecto del 35,4% de igual período en 2019.
«Bajó 20% la tasa de empleo registrado, lo que es una catástrofe, porque significa que casi 4 millones perdieron su trabajo, por eso el dato de pobreza del segundo trimestre no tiene que ver con un proceso inflacionario ni con que no creció el empleo, sino que se perdieron puestos de trabajo», agregó.
En ese sentido, Salvia apuntó que «eso afectó a la clase media que no era pobre y que no dependía de los planes sociales sino de su trabajo».
«Si bien alguna parte de esa población recibió el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), no compensaron un salario de 35 a 50 mil pesos por mes, por lo que cayeron abruptamente a la pobreza al mismo tiempo que aquellos pobres que no eran indigentes también caen en la indigencia», precisó.
Asimismo, Salvia señaló que «hay un sector de los indigentes, que ya dependían de los planes sociales, que pudieron salir de esa indigencia gracias a nuevos complementos y adicionales que dio el Gobierno nacional por la pandemia».