La medida fue altamente criticada por distintos grupos de derechos humanos
La policía francesa desmanteló este martes un campamento de entre 700 y 800 migrantes en la ciudad portuaria de Calais, en el norte del país, en la mayor operación de este tipo desde 2016 y altamente criticada por las asociaciones de Derechos Humanos.
«Queremos evitar un nuevo punto de concentración en Calais», expresó Louis Le Franc, el máximo responsable del Gobierno del departamento Pas-de-Calais. El norte de Francia sigue atrayendo a migrantes, la mayoría de África y Oriente Medio, que huyen de la guerra y de la pobreza, y buscan llegar al Reino Unido para conseguir mejores condiciones de vida.
En el recorrido entre ambos países, Calais es un punto de conexión: Allí se instalan en campamentos improvisados a lo largo de la costa y esperan para cruzar el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones o en camiones y automóviles que viajan diariamente en transbordadores y trenes.
Para Le Franc, el desmantelamiento de un campamento de Calais que se realizó hoy implica la mayor operación de este tipo desde que se desarticuló «La Jungla», una instalación donde vivieron hasta 9.000 migrantes entre 2015 y 2016.
«Esta es sobre todo una operación para dar a la gente un refugio seguro. Los migrantes viven en esta zona boscosa en condiciones extremadamente difíciles», manifestó Le Franc, citado por la agencia de noticias AFP. «Era importante evacuar a los migrantes antes del período invernal», añadió.
De los 800 migrantes evacuados, alrededor de 150 serán llevados a centros en Pas-de-Calais, otros 150 a otros departamentos del norte de Francia y los 500 restantes a otras regiones del país. La mayoría de ellos son hombres, principalmente de Somalia, Sudán, Irán, Irak y Eritrea.
Las autoridades francesas prometieron evitar que se repita lo ocurrido con «La Jungla» pero los campamentos crecen a medida que los migrantes huyen de la guerra y la pobreza en sus países de origen para buscar una vida mejor en Europa.
Los grupos de derechos humanos critican las tácticas de la policía, que incluyen la confiscación de las tiendas de campaña y otras pertenencias de los inmigrantes, y el desmantelamiento en Calais no fue la excepción. Maya Konforti, de la asociación Auberge des Migrants (Albergue de Migrantes), resaltó que los migrantes evacuados volverían «en pocos días». «Los migrantes saben que pocos de ellos califican para el asilo en Francia, y creen que ‘Inglaterra es su última oportunidad'» por lo que seguirán tratando de llegar allí a toda costa, apuntó Konforti.
El gobierno estima que unos 1.000 inmigrantes viven actualmente en los alrededores de Calais, mientras que las organizaciones dicen que el número se acerca más a 1.500.