Se sabe que los cuervos de este archipiélago de Oceanía fabrican herramientas básicas con forma alargada, de gancho o con púas arrancadas de las hojas de las plantas. Gracias a ellas, por ejemplo, pueden extraer larvas y otros alimentos que se encuentran inaccesibles dentro de trozos de madera.
Sin embargo, hasta ahora no se había demostrado si aprendían los diseños de las herramientas a partir de las creadas por otros cuervos y si los mejoraban a lo largo del tiempo.
Según el estudio liderado por Sarah Jelbert, investigadora del Departamento de Psicología en la Universidad de Cambridge (Reino Unido), en las sociedades de cuervos existen las tradiciones culturales, es decir, transmiten socialmente su comportamiento. Lo más sorprendente es que añaden mejoras que se acumulan, una capacidad que rara vez se relaciona con los animales.
“Los cuervos de Nueva Caledonia son los primeros animales en mostrar evolución cultural acumulativa”, explica a Sinc Alexander Taylor, investigador de la Escuela de Psicología en la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda).
Aparentemente, los cuervos de Nueva Caledonia no observan de cerca ni imitan el proceso de fabricación. Aun así, los diseños de las herramientas construidas por aves de la misma especie pero de lugares diferentes han persistido durante décadas y mejorado con el tiempo.
Esto sugiere que, de alguna manera, la habilidad se extiende entre las distintas poblaciones.
Un problema, una solución
Una de las hipótesis sobre cómo puede transmitirse y evolucionar el diseño de estos utensilios es que los cuervos utilicen las herramientas de alguno de sus compañeros, recuerden su diseño y lo reproduzcan.
“Los cuervos representan mentalmente los diseños de las herramientas y luego los construyen”, explica Taylor
Los investigadores entrenaron a ocho cuervos para que introdujesen trozos de papel de diferentes tamaños en una máquina expendedora que les recompensaba en función de las dimensiones del papel que depositaban en ella. Solo se premiaron las piezas de un tamaño particular.
“Una vez que los cuervos reconocieron qué tamaños se recompensaban, les dimos un trozo de papel más grande que no se adecuaba al premiado en los intentos anteriores”, comenta Taylor.
“Lo que hicieron fue romperlo para conseguir varios pedazos del tamaño adecuado. Esto muestra que pueden representar mentalmente los diseños de las herramientas que necesitan para conseguir comida y, posteriormente, recrearlos”, detalla.
Según Taylor, esto no solo muestra que los cuervos de Nueva Caledonia usen su inteligencia al utilizar herramientas, sino que evidencia que este uso de sus esquemas mentales podría ser otro modo de incrementar la complejidad de las herramientas a lo largo de la historia.
“Esto nos muestra algo sobre nosotros mismos: la comparación de las plantillas mentales representa otra ruta hacia la evolución cultural acumulativa y podría explicar varios ejemplos en los que los animales resuelven los problemas planteados de forma impresionante, como en el caso de Betty el cuervo”, concluye Taylor.
Fuente: Sinc